Redacción / Quintana Roo Ahora
EL VATICANO.- En un gesto inesperado que sorprendió a los pocos fieles presentes, el Papa Francisco realizó este jueves una visita no anunciada a la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. A sus 88 años, el pontífice, quien se encuentra en proceso de recuperación tras una doble neumonía que lo mantuvo hospitalizado durante 38 días, apareció vestido con pantalones negros y una manta alrededor del pecho, lejos de su tradicional hábito papal blanco.
Un video que rápidamente se volvió viral, verificado por Reuters, muestra al Papa sentado en una silla de ruedas, saludando a los pocos visitantes que se encontraban en la basílica. Mientras era empujado por asistentes, el Papa lucía una pequeña manguera nasal, indicativa de que aún requería oxígeno suplementario en su proceso de recuperación. Aunque su presencia fue fugaz, el pontífice tuvo tiempo para interactuar con una familia, llegando incluso a detenerse para hablar con un bebé, un momento tierno que capturó la atención de aquellos que estaban allí.
Luiz Gil, quien grabó el video, compartió su sorpresa al ver al Papa. «Estábamos visitando la Basílica de San Pedro y vimos a unos guardias que pasaban y abrían paso, así que fuimos a ver qué era, y era el Papa», explicó. Según su testimonio, la aparición fue breve, pero dejó una profunda impresión en los pocos afortunados que lograron presenciarla.
Este evento se suma a una serie de momentos que evidencian la fortaleza del Papa Francisco, quien ha enfrentado esta crisis de salud con una determinación admirable. Desde que fue dado de alta el 23 de marzo, ha hecho sólo una aparición pública: el 6 de abril, cuando saludó brevemente a la multitud en la Plaza de San Pedro. En ese sentido, su visita a la Basílica, aunque breve, revela un Papa que sigue comprometido con su misión, a pesar de los desafíos que enfrenta.
Francisco, quien rara vez se presenta fuera de su tradicional vestimenta papal, ha hecho algunas excepciones en sus viajes al extranjero, donde ha optado por atuendos más informales. Sin embargo, esta visita, a pesar de la convalecencia, no es solo una señal de su fortaleza, sino también de su cercanía con los fieles, que encuentran en él no solo un líder espiritual, sino también un símbolo de resistencia y esperanza.
La salud del Papa Francisco sigue siendo un tema de atención, y su inesperada aparición es un recordatorio de la humanidad que hay detrás de su figura, un hombre que, a pesar de las adversidades, sigue al servicio de su comunidad, mostrando que incluso en los momentos más difíciles, su compromiso con la fe y su cercanía con los demás no se apagan.