Hombre sobrevive a ataque de abejas africanizadas en calles de Chetumal

Redacción / Quintana Roo Ahora

CHETUMAL.- Un hombre de 52 años vivió momentos de verdadero terror la tarde del jueves 16 de mayo, al ser atacado por un enjambre de abejas africanizadas mientras caminaba por la calle Tomás Aznar Barbachano, en el cruce con avenida Corozal, en la colonia Proterritorio de Chetumal.

El incidente ocurrió alrededor de las 19:00 horas, cuando sin previo aviso, decenas de abejas comenzaron a picar al hombre, quien intentó sin éxito escapar del ataque. Vecinos de la zona, alarmados por los gritos y el comportamiento errático del enjambre, llamaron de inmediato al número de emergencias.

Elementos de la Policía de Tránsito del Estado fueron los primeros en llegar. Acordonaron la zona para proteger a otros transeúntes, mientras solicitaban apoyo médico y del Heroico Cuerpo de Bomberos. Paramédicos de la Dirección de Bomberos, Rescate, Emergencias Médicas y Desastres atendieron al afectado, quien presentaba aproximadamente 50 picaduras distribuidas en distintas partes del cuerpo.

A pesar de la gravedad del ataque, el hombre rechazó ser trasladado a un hospital, asegurando que prefería esperar a sus familiares en el lugar. Su estado de salud fue reportado como estable, aunque con riesgo de presentar reacciones alérgicas tardías.

Tras una inspección en el área, los bomberos identificaron el origen del enjambre en un mueble abandonado en una zona verde cercana. Para prevenir nuevos ataques, se procedió a la eliminación del mismo, una medida necesaria ante el comportamiento agresivo de esta especie híbrida.

Las autoridades locales aprovecharon el suceso para emitir una serie de recomendaciones: en caso de encontrarse con un enjambre de abejas, lo mejor es alejarse con calma, evitar movimientos bruscos y refugiarse en un lugar cerrado. Además, piden a la ciudadanía reportar cualquier nido sospechoso a las líneas de emergencia, para su atención oportuna.

El caso pone sobre la mesa un problema creciente en áreas urbanas: la presencia de abejas africanizadas, conocidas por su agresividad, y la necesidad de estrategias comunitarias para evitar incidentes que pueden poner en riesgo la vida humana.