Redacción / Quintana Roo
CDMX.- A veces, los domingos no son para descansar. Este 1 de junio, mientras miles acudirán a las urnas para participar en una inédita elección judicial, otro sector de la ciudadanía planea tomar las calles con un mensaje claro: “la justicia no se vota, se respeta”.
La jornada ha sido bautizada como #DomingoNegro, una megamarcha nacional impulsada por diversas organizaciones de la sociedad civil, colectivos ciudadanos y voces críticas que cuestionan de raíz el nuevo mecanismo de elección de jueces, magistrados y hasta ministros de la Suprema Corte.
¿El motivo de fondo? El temor compartido de que se debilite la autonomía del Poder Judicial, al convertirlo —según los manifestantes— en una “pieza más del tablero político”.
Del Ángel al Monumento: la ruta en CDMX
La movilización principal se concentrará en la Ciudad de México: la cita es a las 11:00 de la mañana en el Ángel de la Independencia, desde donde se marchará hacia el Monumento a la Revolución, epicentro simbólico de muchas otras luchas ciudadanas.
Pero el eco de este inconformismo no se quedará en la capital: más de 30 ciudades del país —de Tijuana a Mérida, de Monterrey a Oaxaca, de Cancún a Toluca— ya han confirmado su propia marcha.
Cancún también marchará
En el Caribe mexicano, la cita será en la Glorieta del Ceviche, punto neurálgico de la ciudad, desde donde las y los asistentes caminarán hasta el Palacio Municipal de Benito Juárez.
Vestir de blanco y portar un moño negro será la consigna estética y simbólica: blanco como llamado a la paz; negro como luto por lo que muchos consideran un golpe a la democracia.
¿Por qué protestan?
El nuevo modelo de elección judicial que entra en vigor este 1 de junio permitirá que el voto ciudadano defina más de 800 cargos judiciales en todo el país. Para quienes promueven la marcha, se trata de una medida populista que “politiza a la justicia” y no garantiza perfiles técnicos, sino afinidades ideológicas.
Aunque los defensores del modelo insisten en que se trata de un ejercicio democratizador, los convocantes de #DomingoNegro argumentan que sin filtros adecuados y sin garantías de imparcialidad, la medida podría abrir la puerta a la manipulación de los tribunales.
Un llamado a la conciencia
En redes sociales, el hashtag #DomingoNegro ha prendido con fuerza. Videos, testimonios y convocatorias se multiplican en plataformas como X (antes Twitter), Instagram y Facebook, generando un ambiente de efervescencia previo a la cita.
Más allá de la marcha, esta jornada pone sobre la mesa una pregunta profunda: ¿cómo se defiende una democracia sin que la justicia se convierta en rehén de los votos?
Este domingo, mientras unos llenan boletas, otros llenarán plazas. Ambos actos, al final, forman parte del mismo relato: el de una ciudadanía que —en las urnas o en las calles— quiere hacerse escuchar.