Redacción / Quintana Roo Ahora
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, regresará a Quintana Roo este viernes con una agenda de trabajo enfocada esta vez en la zona maya, específicamente en Felipe Carrillo Puerto. Su presencia constante en el estado —esta será la tercera visita en lo que va del año— no solo confirma su estilo cercano y comprometido con las regiones históricamente olvidadas, sino que también refleja la relevancia estratégica que le otorga al sureste mexicano.
La doctora Sheinbaum no está haciendo turismo político. Está haciendo historia.
Apenas en febrero pasado encabezó la conmemoración del 110 aniversario de la Fuerza Aérea Mexicana en el nuevo Aeropuerto de Tulum, e inauguró la Base Aérea Militar número 20. Dos meses después, volvió para revisar los avances del Puente Vehicular Nichupté y poner en marcha uno de los programas sociales más ambiciosos del sexenio: Viviendas del Bienestar, destinado a quienes menos tienen.
Hoy, su tercera visita tiene un peso simbólico: llevar el gobierno federal hasta el corazón de la zona maya. Y eso, más allá de discursos, es un gesto político claro: el nuevo México de Claudia Sheinbaum no será centralista ni vertical, será incluyente y territorial.
Sí, la gobernadora Mara Lezama ha sido una pieza visible en la recepción de estos eventos, y se le reconoce el trabajo institucional, pero la constancia de la presidenta en el estado habla más de un compromiso nacional que de una agenda local. Es Claudia Sheinbaum la que ha asumido como propio el reto de impulsar el bienestar en el sur del país, con hechos, no con promesas.
Además, su reiterada presencia refuerza la idea de que Quintana Roo será clave en su proyecto de transformación: con cuatro aeropuertos internacionales, el Tren Maya y megaproyectos en desarrollo, la entidad se convierte en punto nodal del nuevo modelo económico y social del país.
Que no quepa duda: Claudia Sheinbaum está escribiendo su propio capítulo en el sureste.
Y lo está haciendo con una agenda que incluye desarrollo, vivienda, infraestructura, historia y justicia social. Su visita de este viernes no será la última, ni tampoco la menos importante.
Al contrario, parece más bien que apenas empieza a marcar el ritmo del nuevo gobierno en Quintana Roo.