Redacción / Quintana Roo Ahora
Tel Aviv, 26 de junio de 2025 — A tan solo unos días del cese de hostilidades, el gobierno de Israel ha comenzado a dimensionar el impacto económico de su reciente guerra de 12 días con Irán. De acuerdo con cifras preliminares del Ministerio de Finanzas y la Autoridad Tributaria, los daños materiales ya superan los 3 mil millones de dólares, monto que incluye reparaciones de edificios alcanzados por misiles y compensaciones a empresas locales afectadas por los ataques.
Shay Aharonovich, director general de la Autoridad Tributaria, declaró que “este es el mayor desafío que hemos enfrentado; nunca ha habido esta cantidad de daños en la historia de Israel”, refiriéndose al nivel de destrucción causado por los ataques iraníes, que lograron vulnerar parcialmente las defensas israelíes durante casi dos semanas consecutivas de lanzamientos de cohetes.
Costos militares aún no contabilizados
La cifra de 3 mil millones de dólares no contempla aún los gastos derivados de reponer armamento, municiones y sistemas de defensa activados durante la campaña militar. Estos elementos, cruciales para la seguridad nacional, elevarían considerablemente la suma final una vez concluidas las evaluaciones.
En una rueda de prensa, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, advirtió que el costo total de la guerra podría ascender hasta los 12 mil millones de dólares, mientras que el gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, ofreció una estimación más conservadora de aproximadamente 6 mil millones, durante una entrevista con Bloomberg TV.
Una economía bajo presión
La guerra con Irán llega en un momento delicado para la economía israelí, que ya enfrentaba tensiones tras casi dos años de conflicto regional. Aunque el Banco Central de Israel proyectaba un crecimiento económico del 3.5% para 2025, analistas advierten que dicha expectativa podría revisarse a la baja si los efectos del conflicto se prolongan.
Israel aún evalúa las rutas de recuperación y las fuentes de financiamiento que utilizará para afrontar esta crisis económica, mientras sus autoridades se preparan para lo que podría ser un largo proceso de reconstrucción e indemnización.