Redacción / Quintana Roo Ahora
Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo a 29 de junio de 2025 — Lo que inició como una tranquila y lluviosa mañana en la Capital de la Cultura Maya terminó en un hecho indignante que ha despertado la solidaridad de toda la comunidad. Una anciana, vestida con el tradicional terno y orgullosa portadora de unas soguillas de oro —símbolo ancestral del linaje y la identidad mestiza— fue víctima de un asalto violento en plena vía pública.
El ladrón, fingiendo buscar una dirección, se acercó a la mujer en la colonia Juan Bautista Vega, y sin previo aviso le arrancó con violencia la cadena de oro que adornaba su cuello. Tras el arrebato, huyó a pie para luego abordar un taxi y desaparecer.
Pero no contaba con la memoria prodigiosa y la determinación de su víctima. La mujer no solo retuvo el rostro del agresor, sino también las características del vehículo en el que escapó. Inmediatamente pidió ayuda a un grupo de taxistas, quienes reaccionaron con rapidez y difundieron la alerta por radiofrecuencia. La red conocida como “Ola Negra”, integrada por choferes comprometidos con su comunidad, se movilizó de inmediato.
Gracias a esa acción colectiva, un conductor que había transportado al presunto delincuente a la terminal ADO lo identificó. El sujeto, al verse descubierto, intentó abordar una van rumbo a Chetumal, pero fue interceptado antes de lograr su escape.
A pesar del éxito de esta operación ciudadana, la actuación (o más bien, la inacción) del Grupo Táctico Policial Capitalino «Jaguar» ha generado fuertes críticas. Según testimonios, se negaron a intervenir argumentando que «ya no había objetos de valor en riesgo». Un razonamiento que deja en entredicho su compromiso con la seguridad de los más vulnerables.
Este lamentable hecho no solo refleja el deterioro de la seguridad en la zona, sino también el poder de la organización comunitaria frente a la indiferencia institucional. Y sobre todo, deja claro que la dignidad de un pueblo y su cultura no se roba tan fácilmente.