Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún, Q. Roo, 7 de julio de 2025 — La barbería atacada a balazos la noche del miércoles pasado, donde dos hombres resultaron heridos y un menor de edad perdió la vida, funcionaba como fachada para el resguardo de armas y droga, revelaron autoridades ministeriales tras avanzar en las investigaciones.
Según fuentes cercanas al caso, el establecimiento ya estaba bajo observación desde finales del año pasado, cuando un menor de edad —de apenas 15 años— fue detenido en las inmediaciones del lugar portando un arma de fuego y diversas dosis de droga, mientras vestía el uniforme de una institución educativa.
Los trabajos de inteligencia realizados tras su captura permitieron rastrear información clave en el teléfono del adolescente, incluyendo fotografías de armas largas y cortas, paquetes de droga, e incluso narcomantas colocadas en distintos puntos de la ciudad, así como las coordenadas exactas donde se tomaron esas imágenes. En una de las fotografías, aparece un hombre posando con un arma larga dentro de lo que parece ser el mismo local comercial.
Estos hallazgos reforzaron la línea de investigación de que la barbería era un punto de operación de una célula delictiva, y no un negocio convencional. Tras la detención del menor, el establecimiento cerró por varias semanas en un aparente intento por evadir el escrutinio de las autoridades, aunque reabrió recientemente hasta el violento ataque registrado esta semana.
El ataque, de acuerdo con fuentes policiales, no fue un hecho fortuito ni vinculado a cobros por derecho de piso, sino un ajuste de cuentas entre grupos criminales, posiblemente ligados al mismo entorno delictivo al que pertenecía el menor detenido anteriormente.
Las autoridades también investigan si el menor que murió en el ataque es el mismo joven arrestado el año pasado, lo cual podría confirmar una reincorporación a las actividades ilícitas tras su liberación o la falta de seguimiento institucional.
Vecinos del área reconocieron haber notado movimientos sospechosos, reuniones nocturnas frecuentes y fuerte olor a mariguana proveniente del local, pero confesaron que nunca denunciaron por temor a represalias.
La Fiscalía General del Estado continúa con las diligencias y ha reiterado que el caso está siendo tratado como una acción entre grupos criminales que utilizaban negocios aparentemente legales como centros logísticos y de resguardo de material ilícito.