Redacción / Quintana Roo Ahora
Ah, Cancún. Paraíso de playas turquesa, hoteles de cinco estrellas y buffets rebosantes que harían llorar de emoción a cualquier influencer gastronómico. Pero mientras unos disfrutan de langosta a la parrilla y filete término medio, otros —en la misma ciudad— hacen malabares para que alcance para una sopa instantánea. Y como si fuera una tragicomedia nacional, un reciente estudio acaba de colocar a Cancún como la segunda ciudad con mayor desperdicio de alimentos en México. Sí, aquí donde miles no tienen ni qué desayunar, tiramos 234 toneladas de comida al día. ¡Un aplauso a la eficiencia!
El informe, elaborado por el Banco de Alimentos de Cáritas en conjunto con el Inegi y universidades locales, nos regala una joya estadística: cada cancunense desecha en promedio 260 gramos diarios de comida, y más de la mitad de eso está en perfecto estado. ¿Y las causas? Varias, pero entre ellas destaca la falta de refrigeradores en zonas irregulares, donde conservar comida es un lujo, no una norma. En otras palabras, la pobreza también se mide en grados Celsius.
Mientras tanto, más de 493 mil personas en Quintana Roo no tienen acceso a una alimentación suficiente, y la informalidad laboral campea en más de la mitad de la población ocupada. Con sueldos que, si alcanzan los 8 mil 600 pesos mensuales, ya es ganancia, no es de sorprender que en muchas casas el menú se componga de lo más barato, no de lo más nutritivo. Como bien dijo una trabajadora hotelera: “La comida chatarra no es elección, es necesidad disfrazada”.
Pero no se preocupen, al menos tenemos estadísticas. Porque si algo sabemos hacer bien en este país es cuantificar la miseria mientras tiramos la comida. Eso sí, con responsabilidad social, etiquetas verdes y hashtags que dicen #NoAlDesperdicio. Aunque, en la práctica, lo que sobra en los basureros falta en las mesas. ¡Bienvenidos a Cancún, la ciudad donde la comida sobra y el hambre nunca se va de vacaciones!