Redacción / Quintana Roo Ahora
Quintana Roo.- En el paraíso turístico de Quintana Roo, donde los reflectores apuntan a playas de ensueño y resorts de lujo, se esconde una realidad que cada vez es más difícil de ocultar: el reclutamiento de personas bajo falsas promesas laborales que terminan en explotación, tráfico humano y desapariciones forzadas.
Atractivas ofertas de empleo en la industria turística y de la construcción han servido como anzuelo para atraer tanto a hombres como mujeres, nacionales y extranjeras. Pero en lugar de encontrar oportunidades, muchos se topan con redes delictivas que los desaparecen o los obligan a trabajar en condiciones de esclavitud moderna.
Mary Patrón Pat, presidenta del colectivo “Madres Buscadoras de Quintana Roo”, advierte que el fenómeno va en aumento:
“Muchos han venido a laborar y al llegar se da el tema de su desaparición. En su totalidad tenemos el registro de 17 casos, de los cuales 10 han sido localizados sin vida, tres con vida y cuatro siguen sin aparecer.”
De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), tan solo en lo que va de 2025, 857 personas han sido reportadas como desaparecidas en Quintana Roo: 491 hombres y 366 mujeres. Entre las víctimas hay 103 menores de edad y 31 adultos mayores. La cifra ya supera los registros de 2024, cuando se contabilizaron 770 casos.
El colectivo de búsqueda, junto con líderes sindicales, ha denunciado que muchas de estas desapariciones se originan en engaños laborales bien estructurados. En el sector de la construcción, por ejemplo, trabajadores originarios de Chiapas, Tabasco y Veracruz han sido reclutados por supuestas empresas que los abandonan tras retenerles sus documentos.
“Viene toda la cuadrilla. Les prometen pagarles al terminar la semana, pero el contratista se da a la fuga y la empresa resulta ser fantasma. No hay forma de rastrearla”, explicó una dirigente de la CTM en la entidad a Por Esto!
En el caso de las mujeres extranjeras, el panorama es aún más alarmante. Muchas son reclutadas con promesas de trabajo en hoteles, bares o centros de entretenimiento, pero terminan en redes de trata de personas, víctimas de explotación sexual y laboral, según reportes de organizaciones civiles.
El problema, sin embargo, no radica únicamente en la existencia de estos engaños, sino en la falta de regulación, vigilancia y respuesta institucional. Según Patrón Pat, los grupos criminales operan con total impunidad, amparados por el silencio de las autoridades y el desinterés del Estado.
“La impunidad, el silencio institucional y la falta de regulación sobre las contrataciones en estos sectores siguen dejando un saldo doloroso: decenas de desaparecidos cada mes y un sistema que no protege ni a sus trabajadores ni a quienes llegan con la esperanza de construir un futuro.”
Las cifras oficiales indican que del total acumulado entre 2024 y 2025, 367 personas han sido encontradas sin vida, mientras que 416 han sido localizadas con vida, muchas de ellas en condiciones deplorables o víctimas de violencia extrema.
Ante este panorama, colectivos como “Madres Buscadoras” exigen una revisión urgente de los mecanismos de contratación en el estado, la creación de un padrón de empresas confiables, así como la tipificación de estos engaños como delitos graves. La promesa de un trabajo no puede seguir siendo una sentencia de desaparición.