Turismo en el Caribe Mexicano enfrenta un verano retador por baja en oferta aérea: Francisco Madrid

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN.- Aunque la demanda turística para el Caribe Mexicano sigue firme, el sector hotelero se prepara para un verano retador debido a la reducción en la oferta aérea, lo que podría comprometer la llegada de visitantes tanto nacionales como internacionales. Así lo advirtió Francisco Madrid, director del Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STAR) de la Universidad Anáhuac Cancún.

Durante la presentación del informe Perspectiva Turística del Caribe Mexicano: indicadores que impulsan decisiones estratégicas, el investigador expuso que los vuelos hacia la región no están creciendo al mismo ritmo que la demanda. “Tenemos menos asientos, ciertamente, 4.2% menos, conforme al corte que hicimos el último día de mayo”, detalló Madrid, en declaraciones recogidas por La Jornada.

El académico explicó que la cercanía del verano complica la posibilidad de reprogramar vuelos, por lo que la actual capacidad aérea se mantendrá sin cambios significativos. Esto representa un desafío directo para los destinos de Quintana Roo, que, si bien mantienen ocupaciones hoteleras del 75% al 80% en promedio, podrían experimentar una baja si no se resuelve la brecha entre demanda y disponibilidad de asientos.

Entre las causas identificadas por Madrid se encuentran los ajustes operativos de las aerolíneas, la salida temporal de aeronaves —como ha sucedido con Volaris— y la creciente competencia de destinos europeos, que están captando el interés de turistas norteamericanos que antes preferían el Caribe Mexicano.

“La ruta Cancún-Toronto ha registrado un crecimiento importante en tráfico durante los primeros cinco meses del año, al grado de convertirse en la conexión con más movimiento internacional entre México y otro país”, subrayó. Además, mencionó que, aunque las aerolíneas nacionales comienzan a recuperar participación, el rezago de Volaris aún impacta al mercado.

La advertencia del investigador ocurre en un momento clave para la industria turística, que se prepara para su temporada alta y que, pese a las buenas expectativas de llegada, podría ver afectadas sus cifras por factores externos al alcance local.