Redacción / Quintana Roo Ahora
ESTADOS UNIDOS.- El amor en Hollywood siempre da de qué hablar, pero esta vez los reflectores apuntan a un inesperado triángulo sentimental que ha provocado revuelo dentro y fuera del círculo de celebridades: Ana de Armas y Tom Cruise confirmaron su romance con un paseo romántico por Vermont, lo que habría desatado los celos y el malestar de Ben Affleck.
Según el medio RadarOnline, fuentes cercanas al actor revelaron que Affleck no sólo se mostró sorprendido, sino profundamente molesto tras enterarse de la relación entre la actriz cubana de 37 años y el protagonista de Top Gun, de 63. Y es que, al parecer, Ben tenía la esperanza de reconectar con Ana tras su reciente separación de Jennifer Lopez.
“Él realmente cree que Ana fue ‘la que se le escapó’. Nadie ha logrado replicar la chispa que sentía cuando estaban juntos”, aseguró el informante. La misma fuente señala que Affleck llegó a convencerse de que entre Ana y Tom sólo existía una amistad, pero ahora está convencido de que ella “cayó bajo el hechizo” del actor y productor, lo cual le ha generado resentimiento.
La relación entre Ben y Ana, que floreció en 2020 durante la filmación de Deep Water, fue intensa pero breve. Desde entonces, varios rumores apuntan a que Affleck nunca logró superarla por completo. Incluso, tras su divorcio de JLo, personas cercanas a él afirmaron que “planeaba intentar algo con Ana”, pero la actriz ya tenía nuevos planes… y otro galán.
En redes sociales, la reacción no se hizo esperar. Muchos usuarios criticaron la actitud del actor de 52 años, señalando que tiene la costumbre de querer retomar relaciones pasadas, como ocurrió con Jennifer Garner, madre de sus hijos, y con la propia Jennifer Lopez, con quien se casó en 2022 y se divorció dos años después.
Mientras Ana de Armas y Tom Cruise disfrutan del inicio de su romance bajo la mirada del ojo público, Ben Affleck, según fuentes cercanas, enfrenta lo que algunos ya llaman su “crisis de mediana edad”.
Aunque no ha emitido declaraciones oficiales, todo indica que al corazón de Hollywood le sigue faltando un poco de dirección… y de paz.