Combis con sobrecupo reducen su vida útil y uso seguro hasta en un 35%

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN. – En las calles de Cancún, las combis que transportan a decenas de pasajeros cada día no solo sufren por el calor y el tráfico, también cargan con un enemigo silencioso: el sobrecupo. Aunque están diseñadas para trasladar entre 14 y 16 personas sentadas, muchos conductores exceden esta capacidad, subiendo hasta 10 pasajeros adicionales, un hábito que acelera el desgaste de los vehículos y genera gastos inesperados.

Cada pasajero extra implica un peso adicional que afecta directamente la mecánica de la combi. La suspensión se comprime más de lo previsto, los amortiguadores se desgastan antes de tiempo y los frenos requieren mayor esfuerzo para detener la van. Además, el motor y la transmisión trabajan en condiciones extremas, aumentando el riesgo de sobrecalentamiento y fallas mecánicas.

Los neumáticos, otra pieza clave, también sufren: el exceso de peso provoca un desgaste irregular y obliga a reemplazarlos con mayor frecuencia. Incluso la carrocería y el chasis pueden deformarse con el tiempo, reduciendo la estabilidad del vehículo y acortando su vida útil. Todo esto se traduce en mantenimiento más frecuente y costoso, un gasto que muchos conductores no logran cubrir de forma regular.

Especialistas en transporte urbano señalan que el sobrecupo es un problema estructural: la presión por maximizar ganancias a costa de la capacidad legal genera un círculo vicioso. Menos mantenimiento lleva a vehículos más vulnerables, y el sobrecupo se convierte en un detonante de averías, reparaciones y reemplazos prematuros.

En una ciudad donde miles dependen de las combis a diario, el sobrecupo es un costo invisible: no solo pone en riesgo a los pasajeros, también castiga a los vehículos, elevando los gastos operativos y comprometiendo la seguridad de quienes viajan en ellos. Regulaciones más estrictas y mantenimiento regular serían pasos fundamentales para romper este ciclo.