Confirman marea roja en playas de Yucatán pese a negativa inicial del gobierno estatal

Redacción / Quintana Roo Ahora


Mérida.— A pesar de que el Gobierno de Yucatán negó su presencia a principios de mes, organizaciones científicas confirmaron que existe un episodio de marea roja en playas de destinos turísticos como Progreso, Chelem y Chuburná, similar al registrado en 2022, con afectaciones directas a la pesca y a la economía local.

El pasado 7 de agosto, el comité interinstitucional de la entidad descartó que se tratara de marea roja y aseguró que se trataba de un Florecimiento Algal Nocivo (FAN) no tóxico, sin riesgo para la población, aunque reconoció la necesidad de intervención y vigilancia continua. Sin embargo, el fin de semana circularon videos desde el puerto de Chuburná donde se observan peces muertos arrastrados a la orilla, lo que reforzó la versión de especialistas que apuntan a los efectos de la marea roja.

El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) confirmó que la presencia de un FAN implica la existencia de marea roja, fenómeno que ocurre cuando se concentra un número extraordinario de microorganismos productores de toxinas en el mar, afectando a peces, mariscos y otros organismos marinos. Aunque en Yucatán nunca se ha registrado un FAN tóxico, el organismo aclaró que este tipo de florecimientos —incluso los no tóxicos— pueden reducir el oxígeno en el agua y afectar gravemente la vida marina, además de impactar al turismo y a la pesca.

De acuerdo con el Cinvestav, la mala calidad del agua que llega al mar es uno de los factores clave para que se presenten estos episodios. El manejo inadecuado de aguas residuales, la deforestación y las descargas contaminantes desde tierra firme incrementan la concentración de nutrientes que favorecen la proliferación de microalgas nocivas.

Las autoridades científicas advirtieron que, si bien no existe riesgo directo para la salud humana en este evento específico, es fundamental mantener el monitoreo constante y aplicar medidas preventivas para evitar mayores daños a los ecosistemas costeros y a la economía local.

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