Más vale un Noroña que cien Alitos

Lo que vimos ayer no es lo que escuchamos ayer. Aun a pesar de haber videos, la comentocracia de derecha que ha sido “agraviada” por Gerardo Fernández Noroña, mejor conocido como Noroña, nos decía que hubo un intercambio de empujones, lo que es más, que fue Noroña el que provocó a Alito, que si el camarógrafo de la camisa verde no aparece en la nómina del Senado, que no es para tanto, que Noroña se lo merece, y mil sandeces más. En entrega anterior, a la que intitulé “Los gorilas estaban entre nosotros”, advertía y sigo advirtiendo que ha habido un exceso de confianza en cuanto al trato con los opositores como Alito Moreno y Lili Téllez, por decir a los más protagónicos.

Alejandro Moreno es senador del PRI por la vía plurinominal; se quedó de forma ilegítima, con artilugios legales, en la dirigencia del muy menguado Partido Revolucionario Institucional, del cual esta semana renunció el senador por Puebla Néstor Camarillo, dejando a la bancada del PRI en el Senado con 13 senadores, quedando como cuarta fuerza, y con esto quedaría fuera de la representación de la Mesa Directiva del mismo. El PRI gobernaba 14 estados cuando Alejandro Moreno llegó a la dirigencia del PRI. Hoy gobierna en 2 estados. Alito se deshizo de personajes prominentes del PRI para quedarse con una camarilla a modo y con “allegadas” de él conocidas ya como las Pack.

Alito Moreno está acusado por la Fiscalía de Campeche de malversación de fondos durante su estancia de 4 años como gobernador de Campeche, de haber desviado 83.5 millones de pesos, pero además del peculado se le acusa de usurpación y extralimitación de facultades. Alito Moreno es un hampón a quien hemos visto y escuchado en audios donde dice que: “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, hay que matarlos de hambre”. Y es esa misma ranfla de conductores de noticieros, comentócratas pseudointelectuales, los incondicionales del conservadurismo, a los que llamó muertos de hambre, esos mismos impresentables, los que hoy lo defienden.

Gerardo Fernández Noroña es un político congruente que se ha formado en la izquierda. Es una persona instruida, un ávido lector. Es un tipo con gran carácter. Ese mismo carácter que, con muchos pantalones, enfrentó y le espetó en la cara a Genaro García Luna que era un asesino y un narcotraficante. Tengo el gusto de conocerlo desde hace más de una década y sé la clase de persona que es. Está donde está por méritos propios. Nadie le regaló nada. Puede no gustar su estilo de hacer política, de decir las cosas como las dice, quizás hasta de ser intolerante. Noroña es un hombre de 65 años, Alito de 50. Las cosas no deben arreglarse por la vía de la violencia, ni verbal ni física.

Alito Moreno está en manos de la Comisión Instructora del Senado, quien el próximo mes habrá de decidir si da o no entrada a la solicitud de desafuero por parte de la Fiscalía de Campeche, y con esto llevarlo ante la justicia campechana por haberse robado recursos del erario para comprar vehículos de alta gama y mansiones de las que no pudo aclarar su origen. Bandalito debe ir a la cárcel.