Ciudad de México.- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó este viernes el fallecimiento de Julieta Norma Fierro Gossman, reconocida física, astrónoma y divulgadora científica, a los 77 años de edad.
Fierro, nacida en 1948 en la Ciudad de México, dedicó su vida a acercar el conocimiento del universo a niñas, niños y jóvenes, convirtiéndose en una de las voces más influyentes de la divulgación científica en el país. A través de libros, conferencias, programas de televisión y hasta representaciones teatrales, transmitió su pasión por el cosmos con creatividad y sencillez.
Egresada de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde estudió Física y se especializó en astrofísica, Fierro abrió camino en un campo históricamente dominado por hombres, rompiendo estigmas y consolidándose como referente internacional. Fue autora de exposiciones museográficas, textos científicos y de divulgación, además de participar de manera constante en medios de comunicación.
En 2004 se convirtió en miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, ocupando la silla XXV, y alcanzó el nivel más alto en el Sistema Nacional de Investigadores. Sus aportaciones le valieron reconocimientos como el Premio Kalinga de la UNESCO, el galardón de la Academia de Ciencias del Mundo, el Premio Mario Molina, cuatro doctorados honoris causa y su nombramiento como miembro honorario de la Academia Americana de Artes y Ciencias.
“Todos somos polvo de estrellas”, solía recordar en sus charlas, convencida de que la ciencia debía inspirar tanto como enseñar. Su capacidad para traducir los fenómenos del universo en relatos accesibles y fascinantes la convirtió en una de las divulgadoras más queridas de México y América Latina.
Con su partida, Julieta Fierro deja un legado invaluable que trasciende las aulas y los laboratorios: una vida dedicada a despertar la curiosidad científica en generaciones enteras y a mostrar que el universo también puede mirarse con sensibilidad y asombro.