Redacción / Quintana Roo Ahora
Chetumal, Q. Roo.– El caso del crematorio de mascotas Xibalbá ha desatado una ola de indignación en la capital del estado, donde ya se contabilizan más de 80 denuncias formales ante la Vicefiscalía de Justicia del Distrito Sur, tras revelarse que los responsables no cremaban a los animales y, en su lugar, enterraban los cuerpos en predios cercanos.
Las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) han permitido extraer más de 150 cadáveres de mascotas, pese a que los dueños pagaban entre mil 500 y seis mil pesos por supuestos servicios de incineración. Los propietarios del establecimiento enfrentan acusaciones por fraude y delitos contra el ambiente y la fauna.
“Ayer fue un caos porque la mascota es como una familia; el área de Fiscalización del Municipio da mucho de qué desear. No solo queremos que los detengan, queremos justicia”, expresó una de las afectadas durante una manifestación frente al local de Xibalbá.
El miércoles por la noche, una llamada anónima al 911 alertó sobre un supuesto cuerpo en bolsas negras en un terreno de la colonia Primera Legislatura, pero al arribar las autoridades confirmaron que se trataba de un perro cuyo dueño había pagado horas antes por su incineración en el crematorio.
El hecho se viralizó en redes sociales, donde decenas de personas denunciaron haber recibido tierra en lugar de cenizas. En respuesta, la FGE implementó un operativo especial con el apoyo de propietarios de terrenos, logrando el hallazgo de 150 cuerpos de mascotas, los cuales fueron trasladados al Semefo bajo la carpeta FGE/QROO/OPB/10/5568/2025.
La vicefiscal Aroshi de Los Ángeles Lugo Arana aseguró que el caso será tratado con prioridad y que se solicitará la pena máxima para los responsables. En Quintana Roo, los delitos contra el ambiente se castigan con penas de uno a doce años de prisión y multas de mil 800 a tres mil UMAs.
Aunque los afectados suspendieron temporalmente sus protestas, anunciaron una nueva manifestación este sábado a las 17:00 horas, partiendo del Museo de la Cultura Maya hacia el Palacio de Gobierno, para exigir que se haga justicia y que las autoridades sancionen a los responsables.