Redacción / Quintana Roo Ahora
Chetumal, QR.- La disputa legal que rodea al crematorio de mascotas “Casa Xibalbá” volvió a intensificarse esta semana, luego de que organizaciones de protección animal confirmaran que la situación jurídica de Briseidy “N” podría modificarse en los próximos días. Aunque actualmente permanece bajo arraigo domiciliario, representantes de las víctimas advierten que existen nuevas órdenes de aprehensión que podrían ordenar su retorno al Centro de Reinserción Social de Chetumal, donde inició su proceso penal.
De acuerdo con el abogado y activista Rafael Rivero Aburto, presidente de la asociación Toda Vida es Importante, el amparo solicitado por Briseidy “N” fue desechado por la autoridad federal. La imputada buscaba justificar su permanencia en casa argumentando el derecho a lactancia; sin embargo, los avances de la investigación —que incluyen dictámenes, testimonios y nuevos registros— fortalecen la solicitud de que sea reingresada al penal, con medidas especiales que garanticen la alimentación de su hijo durante su estancia.
Hasta el momento, el caso acumula 238 carpetas de investigación por presunto fraude, maltrato animal y delitos contra la fauna, señalando a Briseidy “N” y a Guillermo Alejandro “N” como operadores del crematorio durante más de cuatro años. Las víctimas sostienen que el negocio funcionó sin permisos ambientales, sin supervisión sanitaria y recurriendo incluso a documentos falsificados para presentarse públicamente como un servicio especializado.
Como parte de la investigación, autoridades elaboraron un catálogo fotográfico con los restos encontrados en lotes baldíos donde presuntamente se realizaban prácticas irregulares. De las más de 160 familias afectadas, solo 35 pudieron identificar con certeza a sus mascotas. Los restos restantes fueron cremados de manera conjunta, y organizaciones civiles adelantaron que preparan una ceremonia de reforestación para depositar las cenizas como un homenaje colectivo.
El caso de Casa Xibalbá no solo expone presunta negligencia y posibles actos de corrupción, sino también la vulnerabilidad de las familias afectadas y la falta de mecanismos efectivos para supervisar servicios de cremación de mascotas. La posibilidad de que Briseidy “N” regrese al penal representa un avance en la presión legal y un nuevo capítulo en una investigación que continúa creciendo.