Redacción / Quintana Roo Ahora
Michoacán.— Las investigaciones por el asesinato del alcalde independiente de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, dieron un giro decisivo este viernes con la detención de siete de sus propios escoltas, quienes fueron aprehendidos por autoridades federales y estatales al interior de la Casa de la Cultura del ayuntamiento, espacio que el edil utilizaba como oficinas de la Presidencia Municipal.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), los siete elementos de seguridad fueron capturados alrededor de las 12:30 horas en cumplimiento de órdenes de aprehensión derivadas de nuevas líneas de investigación que apuntan a presuntas irregularidades en su actuación el día del ataque contra Manzo Rodríguez, ocurrido el pasado 1 de noviembre en la plaza principal de Uruapan.
Los escoltas —cuyo nombre no fue revelado por las autoridades— fueron detenidos por agentes de la Secretaría de Marina, Ejército Mexicano y la propia FGE, y trasladados bajo un dispositivo de seguridad al complejo central de la Fiscalía en Morelia.
La investigación se centra, entre otros puntos, en el abatimiento de Víctor Manuel Ubaldo Vidales, un joven de 17 años que disparó seis veces contra el alcalde. Aunque el atacante fue sometido y desarmado, murió segundos después en circunstancias que las autoridades califican como sospechosas.
El caso ya había generado dudas desde la conferencia matutina del 2 de noviembre, cuando el secretario de Defensa, Ricardo Trevilla, señaló que Manzo había elegido personalmente a su equipo de seguridad inmediata, integrado por policías municipales de su confianza, mientras que la Guardia Nacional solo brindaba cobertura periférica.
La captura de los escoltas se suma a la detención de Jorge Armando Gómez Sánchez, alias El Licenciado, presunto operador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y considerado uno de los autores intelectuales del homicidio. Gómez Sánchez fue trasladado anoche al penal de máxima seguridad del Altiplano a bordo de un vehículo táctico Black Mamba QRV, escoltado por fuerzas federales.
“El Licenciado” habría organizado la logística y coordinado a al menos tres sicarios para ejecutar el ataque contra el alcalde, según informó Omar García Harfuch, titular de la SSPC, quien detalló que el detenido respondía directamente a las órdenes de Ramón Ángel Álvarez Ayala, El R1, líder regional del CJNG en Michoacán.
La violencia en torno al caso continúa escalando: dos presuntos colaboradores del joven atacante, identificados como Diego “N” y Ramiro “N”, fueron hallados asesinados el 10 de noviembre en la carretera Uruapan–Paracho, en las inmediaciones del pueblo indígena de Capacuaro.
El fiscal general del estado, Carlos Torres Piña, adelantó que la red de implicados podría ser más amplia de lo inicialmente previsto. “Hay más personas involucradas, tanto en la parte intelectual como material. Las detenciones continuarán”, afirmó.
El caso Manzo se perfila ya como uno de los episodios más complejos y tensos en la reciente historia política y de seguridad en Michoacán, con ramificaciones que involucran al crimen organizado, presuntos actos de encubrimiento y la posible participación directa del círculo cercano del propio alcalde asesinado.