Redacción / Quintana Roo Ahora
Ciudad de México.- Miles de personas colmaron el Zócalo capitalino para rendir homenaje, una vez más, a Juan Gabriel, durante la transmisión del histórico concierto que ofreció en 1990 en el Palacio de Bellas Artes.
El evento incluyó escenas inéditas del documental de Netflix Juan Gabriel: debo, puedo y quiero, dirigido por María José Cuevas, lo que convirtió la noche en una emotiva celebración colectiva del legado del “Divo de Juárez”.
Desde las primeras horas de la tarde, el tránsito en el Centro Histórico se vio afectado por la llegada de los fanáticos, algunos portando pancartas con frases como “Dios me dio la vida, pero Juan Gabriel me enseñó a gozarla” y vistiendo trajes inspirados en las icónicas etapas del artista.
La velada inició con fragmentos del documental que muestra archivos personales del cantante oriundo de Parácuaro, Michoacán, y continuó con la proyección del concierto en Bellas Artes, que en su momento agotó localidades en apenas ocho horas. Al sonar los primeros acordes de Yo no nací para amar, el público guardó silencio unos segundos para después desbordarse en un coro unísono que hizo vibrar la plancha del Zócalo.
Durante casi dos horas, la multitud coreó temas como Se me olvidó otra vez, Hasta que te conocí, Amor eterno, De mí enamórate y Adiós amor, en una atmósfera que mezcló nostalgia, alegría y devoción. Incluso el lábaro patrio, ondeando al ritmo de las melodías, pareció sumarse al tributo.