Redacción / Quintana Roo Ahora
Quintana Roo.- Detrás de cada nombre y de cada fotografía que circula en redes sociales hay una familia que espera, busca y no duerme. Esos rostros, muchas veces invisibilizados, son el rostro humano de una crisis que exige ser tratada con seriedad: la de las personas desaparecidas.
Tras el reciente hallazgo de restos humanos en un cementerio clandestino en la zona de Leona Vicario, colectivos y familiares de víctimas hicieron un llamado urgente a la sociedad, a los medios de comunicación y a las autoridades para actuar con respeto, sensibilidad y responsabilidad informativa. “Necesitamos respuestas, no rumores. La desinformación nos mata y aumenta la incertidumbre”, expresaron los familiares.
Los colectivos insistieron en que la única información oficial, verificada y oportuna debe provenir de la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas. Advirtieron que publicaciones sin sustento o la divulgación de nombres sin confirmación causan un daño emocional profundo y revictimizan a quienes aún esperan un regreso con vida.
La petición es clara: evitar la difusión de datos sensibles hasta que existan resultados forenses que confirmen identidades. “Cualquier información mal difundida no ayuda; lastima y confunde”, señalaron, subrayando la necesidad de que la comunicación pública priorice la verdad y la dignidad por encima del sensacionalismo.
Además de exigir prudencia en el manejo de la información, los colectivos extendieron un mensaje de apoyo y acompañamiento a otras familias en búsqueda. Ofrecieron orientación en privado a quienes no sepan dónde acudir o qué pasos seguir, recordando que nadie debe afrontar esta búsqueda en soledad.
El reclamo final es humano y contundente: no se trata de cifras ni de titulares, sino de vidas desaparecidas. El respeto, la verdad y la sensibilidad deben ser el punto de partida para acompañar a quienes cada día buscan a los suyos.