Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún, QR.- La Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana de Benito Juárez sancionó a 23 policías municipales por manipular, ocultar o no activar sus cámaras corporales durante sus jornadas laborales, confirmó el titular de la dependencia, Jaime Padilla Bravo.
Las irregularidades fueron detectadas mediante las inspecciones diarias realizadas por los directores de área, lo que derivó en arrestos administrativos para los elementos involucrados. Actualmente, la corporación cuenta con 725 cámaras corporales, distribuidas entre todo el personal operativo, incluidos mandos y directivos, quienes están obligados a portarlas y activarlas durante recorridos, operativos y cualquier interacción con la ciudadanía.
De acuerdo con las autoridades, el uso de estas bodycams busca garantizar transparencia, trazabilidad y supervisión puntual del actuar policial. Sin embargo, las recientes sanciones evidencian fallas persistentes en el cumplimiento de esta herramienta fundamental para la confianza ciudadana.
Padilla Bravo explicó que las faltas detectadas son “de carácter administrativo”, aunque advirtió que la reincidencia o conductas más graves podrían llevar a los agentes a ser turnados al Consejo de Honor y Justicia, órgano responsable de analizar y sancionar casos de abuso policial, corrupción o comportamientos incompatibles con la función pública.
Las sanciones relacionadas con las cámaras se suman a un historial más amplio de irregularidades. En lo que va de 2025, al menos 58 policías municipales han sido sancionados por diversas faltas, entre ellas:
- Abandono de servicio
- Uso indebido de patrullas o equipamiento
- Retenciones injustificadas
- Maltrato a ciudadanos
- Alteración de reportes o bitácoras
- Inasistencias reiteradas
- Fallas en protocolos de intervención
- Daños a unidades oficiales
Del total, 17 agentes han sido dados de baja definitiva este año, ya sea por violaciones graves a los reglamentos internos, por no aprobar los controles de confianza, o por reincidir en conductas que comprometen la operación policial.
Para el abogado penalista Oswaldo Aké, estas cifras dejan ver un problema mucho más profundo. “El uso de bodycams, que debería ser un mecanismo para fortalecer la confianza ciudadana, revela en cambio la resistencia de algunos elementos a ser supervisados, así como deficiencias estructurales en la disciplina interna”, señaló el especialista.
La corporación asegura que continuará reforzando los procesos de supervisión, aunque los números muestran que aún queda un largo camino para recuperar la confianza ciudadana y garantizar un desempeño policial transparente.