Redacción / Quintana Roo Ahora
Ciudad de México.– A tres días del sorteo mundialista y con el debut de México ya definido, el fervor —y la especulación— encendieron los precios del partido inaugural del Mundial 2026, que se disputará el 11 de junio en el Estadio Banorte. En páginas de reventa autorizada, entradas que originalmente costaban hasta 1,825 dólares (unos 20 mil pesos) se anunciaron en cifras que rozan lo absurdo: hasta 800 mil pesos por un asiento en zona lounge, pegado a la línea de banda.
La reedición del duelo México–Sudáfrica, que abrió la Copa del Mundo de 2010, desató en minutos una oleada de ofertas. Aficionados que lograron comprar boletos en la primera etapa aprovecharon la confirmación del rival para colocar sus entradas en más de medio millón de pesos, multiplicando su valor original y evidenciando el apetito del mercado por un debut tricolor en casa.
En plataformas como Stubhub, la fiebre por ver al equipo mexicano no se limita al juego inaugural. Para el segundo encuentro de la fase de grupos, ante Corea del Sur en el Estadio Guadalajara, se han registrado precios que van desde 350 mil pesos hasta un millón de pesos, dependiendo de la zona. Una curva ascendente que refleja no solo la expectativa deportiva, sino también un mercado dispuesto a estirar la cartera al límite.
Pese a este panorama, la FIFA confirmó que en México no habrá un sistema legal de reventa —como el que operará en Estados Unidos y Canadá—, dejando a los aficionados ante un ecosistema paralelo donde los precios fluctúan sin mayor regulación y donde la pasión puede transformarse fácilmente en negocio.
La venta de boletos para el Mundial 2026 aún no está cerrada. El organismo rector del futbol mundial adelantó que se anunciará próximamente una venta general, mientras reporta que alrededor de 2 millones de entradas ya fueron colocadas en el mercado global. Hasta entonces, la especulación continuará marcando el pulso del acceso al torneo.