Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún, QR.— A través de activistas y voluntarios de Cancún se dio a conocer un caso que ha generado indignación entre usuarios y defensores de los derechos animales, por una presunta negligencia por parte de la Dirección de Protección y Bienestar Animal y de la Dirección de Ecología del municipio de Benito Juárez.
De acuerdo con una denuncia enviada a la redacción de RT Noticias Quintana Roo, el pasado 20 de noviembre una ciudadana solicitó apoyo institucional luego de que un veterinario emitiera un diagnóstico preliminar de rabia para uno de sus dos gatos. En respuesta, personal de la dependencia acudió a su domicilio y retiró a ambos felinos, a pesar de que solo uno presentaba el diagnóstico inicial.
Ese mismo día, según el testimonio de la afectada, las autoridades le informaron que ninguno de los animales mostraba signos evidentes de rabia, aunque debían permanecer bajo observación durante un periodo de 10 días. Sin embargo, durante ese lapso, la dueña asegura que intentó obtener información en repetidas ocasiones sobre el estado de sus mascotas, sin recibir respuesta.
Al concluir el periodo de observación, la ciudadana no fue notificada oficialmente. Fue hasta el 3 de diciembre, cuando acudió personalmente a las instalaciones, que se le informó que uno de los gatos, identificado como Kalel, se había escapado tres días antes, sin que se le avisara de manera oportuna.
La denunciante señaló que tanto la titular de Bienestar Animal como el director de Ecología, Fernando Haro Salinas, le atribuyeron responsabilidad por haber solicitado el apoyo, argumentando que la institución no cuenta con infraestructura adecuada para la atención de felinos, al tratarse —según le fue dicho— de un centro enfocado principalmente en caninos.
La desaparición del animal mientras se encontraba bajo resguardo oficial ha generado cuestionamientos sobre los protocolos de manejo, la capacidad operativa y la responsabilidad legal de la dependencia municipal. La afectada también afirmó que, como única alternativa, se le sugirió acudir a apoyo psicológico del DIF “para superar la pérdida”, sin ofrecer una solución concreta sobre la localización del felino.
Hasta el momento, Kalel continúa extraviado. Su dueña ha convocado a una clausura simbólica de las oficinas de Ecología ubicadas en Plaza Centro, así como a diversas movilizaciones ciudadanas para exigir una respuesta y solución por parte de la autoridad municipal.
De manera paralela, voluntarios animalistas también han denunciado presuntos conflictos internos dentro del área de Ecología, señalando que durante 2025 al menos 42 voluntarios habrían sido separados de manera unilateral, sin explicación formal, situación que —afirman— ha sido puesta en conocimiento del secretario del Ayuntamiento, Pablo Gutiérrez Fernández, sin que hasta ahora se tenga una respuesta pública al respecto.
Las autoridades municipales no han emitido, hasta el cierre de esta edición, una postura oficial sobre los señalamientos.