Redacción / Quintana Roo Ahora
Chetumal, QR.— La indignación crece en Chetumal tras conocerse el caso de un taxista que se negó rotundamente a brindar servicio a un usuario en silla de ruedas. El chofer, lejos de apoyar a la persona para subir su equipo de movilidad, simplemente decidió retirarse, dejándolo en la puerta de su propio domicilio.
El afectado señaló que solicitó el taxi mediante radiotaxi, pero al arribar la unidad con número económico 1723, el operador le negó el traslado por su condición, mostrando una evidente falta de empatía y profesionalismo. Para colmo, el taxista tampoco quiso colocar la silla en la cajuela ni descargarla al llegar al destino, actitud que provocó furia entre vecinos y ciudadanos.
El hecho, difundido rápidamente en redes sociales, ha desatado un fuerte reclamo social en contra de este tipo de abusos. Gonzalo Soto criticó duramente a los operadores que, según dijo, no tienen educación y olvidan que brindan un servicio público. También acusó al Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa) de encubrir estas prácticas vergonzosas.
Antonio Cervera no se quedó callado y sentenció que el servicio de taxi en la ciudad es pésimo, señalando que los conductores sin disposición para atender a los usuarios deben ser sancionados de inmediato.
Otros ciudadanos, como Rogelio Acevedo, aseguraron que esta problemática es pan de cada día en la capital, mientras usuarios en redes sociales denunciaron la constante grosería de los taxistas y recomendaron grabar cualquier abuso para evidenciarlo públicamente.
Finalmente, un usuario con discapacidad exigió a la Dirección de Tránsito actuar con rigor y retirar de inmediato a quienes ocupan espacios exclusivos para personas con discapacidad, ya que son constantemente invadidos por vehículos sin permiso.
La pregunta que queda en el aire es clara: ¿hasta cuándo se permitirá este trato indigno hacia quienes más necesitan apoyo?