Redacción / Quintana Roo Ahora
Estados Unidos.- Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill confirmó que la escucha activa es una herramienta clave para fortalecer la conexión social y enfrentar el aislamiento que muchas personas experimentan en la vida cotidiana. La investigación, publicada en la revista Communications Psychology, señala que comportamientos simples como formular preguntas de seguimiento y validar verbalmente al interlocutor generan mayor cercanía, incluso entre personas que apenas se conocen.
El equipo encabezado por la psicóloga Taylor N. West partió de la premisa de que la escucha de alta calidad combina atención, comprensión e intención positiva. Este tipo de interacción se refleja en conductas observables, tanto verbales como no verbales, entre las que destacan el contacto visual, las expresiones faciales, las preguntas relevantes y la validación emocional.
Para comprobarlo, los investigadores llevaron a cabo dos estudios experimentales en laboratorio. El primero involucró a 300 estudiantes universitarios y de posgrado que participaron en conversaciones semiestructuradas con desconocidos. El segundo incluyó a 348 adultos que formaron parte de una intervención de 35 días y posteriormente sostuvieron una charla informal con un experimentador. Todas las interacciones fueron grabadas y analizadas por equipos especializados.
Los resultados fueron consistentes: quienes practicaron con mayor frecuencia la escucha activa reportaron niveles más altos de conexión social. Además, se observó una mayor resonancia positiva en las conversaciones, caracterizada por respuestas más rápidas, mayor calidez interpersonal y una percepción compartida de sincronía entre los interlocutores.
“En nuestros estudios, las conductas de escucha de alta calidad se asociaron sistemáticamente con sentimientos de conexión más fuertes”, explicó West en un comunicado. El análisis también mostró que las intervenciones diseñadas para fomentar la conexión social motivaron a los participantes a realizar más preguntas de seguimiento, lo que influyó directamente en la calidad del vínculo.
Aunque los especialistas reconocen limitaciones —como el uso de interlocutores entrenados y muestras predominantemente universitarias—, consideran que los hallazgos ofrecen una base sólida para desarrollar estrategias prácticas contra la soledad. Entre las principales recomendaciones destacan prestar atención genuina, hacer preguntas pertinentes y validar emociones durante las conversaciones.
Los investigadores concluyen que entrenar estas habilidades de escucha activa podría convertirse en una vía efectiva para mejorar el bienestar mental y fortalecer los lazos sociales en distintos entornos, más allá del laboratorio.