Redacción / Quintana Roo Ahora
Estados Unidos.- En una nueva escalada retórica y militar, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que “muy pronto” comenzarán ataques terrestres contra presuntos cárteles del narcotráfico dentro de Venezuela, ampliando así el alcance de la operación que Washington sostiene en aguas del Caribe desde septiembre.
El mandatario, rodeado de su gabinete en la Casa Blanca, aseguró que las autoridades estadounidenses tienen identificadas las rutas, los territorios y los domicilios de los presuntos operativos criminales. “Sabemos dónde viven los malos”, declaró ante la prensa, subrayando que la ofensiva por tierra sería más “sencilla” que los operativos navales desplegados en las últimas semanas.
La advertencia se suma al mensaje lanzado la semana pasada, cuando Trump pidió a pilotos y aerolíneas evitar por completo el espacio aéreo venezolano, al que calificó como “cerrado en su totalidad”. El anuncio llega después de casi tres meses de bombardeos a embarcaciones acusadas de movilizar drogas en el Caribe, una campaña que según Washington forma parte de la operación Lanza del Sur, en la que han sido destruidas alrededor de veinte lanchas y han muerto más de 80 personas, señaladas como narcotraficantes.
De acuerdo con reportes de Reuters, entre las opciones evaluadas por la administración Trump se encuentra incluso un intento de derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro. Fuentes citadas por la agencia afirman que el ejército estadounidense ya se prepara para una “nueva fase” de operaciones, mientras que la CIA habría recibido autorización para acciones encubiertas dentro del país sudamericano.
La polémica creció tras la revelación de The Washington Post, que detalla que en el primer ataque del 2 de septiembre se habría ejecutado un segundo bombardeo para eliminar a dos sobrevivientes, por órdenes del secretario de Guerra, Pete Hegseth. El hecho podría derivar en una investigación por presunto crimen de guerra. Cuestionado sobre el tema, Trump sostuvo no tener información, reiteró su confianza en Hegseth y elogió al almirante Frank Bradley, comandante de la operación, a quien calificó como “extraordinario”.
Trump defendió que la destrucción de las embarcaciones “ha salvado miles de vidas” en Estados Unidos. Hegseth, por su parte, aseguró que no observó sobrevivientes durante el monitoreo del ataque y acusó a la prensa de difundir versiones “faltas de verdad”.
Tanto la Casa Blanca como el Pentágono insisten en que los ataques se apegan al marco legal internacional y respaldan plenamente el liderazgo del almirante Bradley. Mientras tanto, las tensiones continúan aumentando y la región observa con atención un posible punto de quiebre en el ya complejo conflicto entre Washington y Caracas.