Los escombros del sumergible Titán fueron hallados en el fondo del océano Atlántico, a casi 500 metros de la proa del «Titanic» y más de 3.800 metros de profundidad.
Decenas de miles de solicitantes de asilo esperaban al otro lado de una valla fronteriza reforzada con alambre de púas y un despliegue militar a que terminara la medida que permitía su deportación exprés