septiembre 29, 2025

#PasoEnFalso

El éxito de un gobierno se mide no sólo por sus logros, sino también por su capacidad para mantener la integridad y la ética en sus filas. En el caso de Quintana Roo, la gestión de la Gobernadora Mara Lezama ha estado empañada por un problema que parece negarse a desaparecer: los escándalos en la Secretaría del Bienestar.

Uno de los protagonistas en esta triste historia es Pablo Bustamante Beltrán, el Secretario de Bienestar, quien ha estado en el centro de un torbellino de controversias que ponen en entredicho la integridad de su cargo y la gestión del gobierno estatal.

Los medios locales han informado sobre un incidente ocurrido a principios de año en el que una mujer de la tercera edad fue brutalmente golpeada, presuntamente por amigos de Bustamante. Este hecho, por sí solo, sería suficiente para generar preocupación y desconfianza en torno a la Secretaría del Bienestar. Pero lamentablemente, este no es el único lastre que lleva consigo.

Bustamante Beltrán también está vinculado al «Cártel del despojo», un escándalo de corrupción que ha sacudido al estado desde el año 2021. Se le acusa de estar involucrado en la apropiación de lujosas propiedades a través de juicios laborales fraudulentos. Es lamentable que alguien en su posición se vea relacionado con actividades tan cuestionables.

Pero la mancha en la reputación de la Secretaría del Bienestar no termina aquí. Sorprendentemente, la subsecretaria de Desarrollo Humano de Sebien, Rosario de los Ángeles Aban Mukul, figura como beneficiaria del programa social «Mujer es Vida», a pesar de ocupar un cargo de alto nivel en la misma dependencia. Esto plantea serias dudas sobre la transparencia y la ética en la administración de los programas sociales.

El presunto uso clientelar de los programas del Bienestar ha desatado el descontento de varios partidos políticos, incluyendo el PRD, PAN, así como diputados locales del PRI, MC y PT y especialmente Morena. Cabe mencionar que estos apoyos son entregados en tarjetas, las cuales, fueron adornadas en un principio con el logo del Tucán, característico del Partido Verde, una táctica proselitista para encumbrar la figura de Bustamante.

Esta controversia es un reflejo de la percepción general de que los recursos públicos están siendo malversados para fines proselitistas y personales en lugar de beneficiar a quienes más los necesitan.

Prueba de ello fue la comparecencia de Pablo Bustamante ante la XVII Legislatura, donde no supo dar cuenta de todos sus tropezones y las finanzas de la Secretaría del Bienestar, no pudiendo hilar respuestas, pues sólo llegó a la comparecencia con un discurso preparado por su equipo, siendo prácticamente el único funcionario al que se le pidió “hacer la tarea” de nuevo, pues su presentación no tuvo ni pies ni cabeza.

Es imperativo que la Gobernadora Mara Lezama tome medidas concretas para abordar estos problemas. La integridad y la ética en el gobierno no pueden ser sacrificadas en aras de los intereses personales o políticos de unos pocos. La ciudadanía merece un gobierno que trabaje para su bienestar y que cumpla con los más altos estándares de transparencia y responsabilidad.

Es hora de que se arreglen los lastres que amenazan la integridad del gobierno de Quintana Roo, para que el estado pueda avanzar en la dirección correcta que ha marcado la gobernadora y no dar así un #PasoEnFalso.

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