septiembre 28, 2025

¡Bienvenidos a la jungla del asfalto! ¡Ah, disculpen, quise decir a las calles de Cancún! Donde la improvisación y el riesgo se han convertido en las insignias del transporte público. Contamos con circulación por aceras y banquetas convertidas en autopistas improvisadas para combis. Un verdadero parque de diversiones… para temerarios peatones.

Parece que en Cancún debemos de tomarnos muy en serio eso de «caminar por la cuerda floja», porque en lugar de tener banquetas para transeúntes, ¡son pistas de carreras para el transporte público! Un “juego del calamar” donde a diario participan aquellos valientes que intentan usar la acera.

¡Ah, pero no teman! Las autoridades han demostrado ser expertas en el arte del espectáculo. Sólo salen a escena cuando las redes sociales arden con indignación. Esos operativos relámpago son su toque dramático. ¿Pero trabajar de forma permanente? Eso suena a ficción.

Es gracioso cómo algunos conductores de transporte público se convierten en artistas circenses, desafiando la gravedad al surcar las aceras o al crear atascos humanos con sus vehículos. Pero ojo, no es una novedad. Ya habían hecho sus piruetas en el pasado, y en pleno auge turístico, ellos no discriminan ninguna temporada.

Parece que ser atropellado por un conductor de transporte público en Cancún es casi como un rito de iniciación. Uno de cada cuatro accidentes tiene su firma. Y si eres peatón permanente, por la falta de vehículo, ¡Buena suerte! Porque parece que para ellos, sortear a los transeúntes es un deporte extremo.

¿Quién necesita cultura vial cuando se puede tener un parque temático de caos y peligro? Cancún, la sexta ciudad con más lesionados por accidentes de tránsito en 2022, ya esperamos con ansias las cifras de este 2023, pero oye, tranquilo, no todos son cortesía del transporte público, ¡es sólo uno de cada cuatro! Menos mal, eso nos permite vivir con la sensación de estar dentro de un videojuego donde el único premio es… ¡sobrevivir!

Y claro, las multas son tan efectivas como una sombrilla en un huracán. Mil quinientos a dos mil pesos por jugar a las carreras sobre aceras. Un auténtico castigo para esos conductores intrépidos que desafían la lógica y la seguridad.

En resumen, Cancún, es un paraíso turístico donde hasta el transporte público es una aventura de riesgo. Un lugar donde las banquetas son vías rápidas, los peatones son obstáculos y la normativa vial es solo un adorno. ¡Qué emoción, qué adrenalina! Sólo los valientes se atreven a caminar por sus calles… o mejor dicho, a esquivar el transporte público en pleno asalto a las aceras, en esta ciudad, si eres peatón, dar un #PasoEnFalso puede costarte la vida…

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