
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), en su informe emitido el 6 de febrero de 2024 bajo el número de auditoría 2022-3-21W3N-22-0113-2023, ha revelado preocupantes hallazgos sobre la infraestructura de la vía férrea en el tramo del Tren Maya donde ocurrió el reciente descarrilamiento, incluyendo la estación Tixkokob en Yucatán. Según el informe, se ha concluido que la infraestructura no cumple con los estándares de calidad requeridos por el proyecto.
El análisis se centró en el Tramo 3 del Tren Maya, que conecta Calkiní con Izamal en los estados de Campeche y Yucatán, y la ASF identificó deficiencias significativas en la construcción de la «superestructura vía férrea», así como en los pasos vehiculares y estructuras adicionales. Durante una visita de verificación física en octubre de 2023, se constató que elementos clave de la infraestructura presentaban malas condiciones, incluyendo erosión de material en los taludes de terraplenes y rampas de pasos vehiculares.



Además, se observaron durmientes con desprendimientos de concreto y trabajos deficientes en la estación Izamal. La falta de supervisión en la ejecución de los trabajos fue destacada como una de las causas probables de estas irregularidades. Asimismo, se encontraron pagos en exceso por la elaboración del proyecto de estaciones y paraderos en este tramo del Tren Maya.
Este informe de la ASF pone de manifiesto que el Tramo 3 del Tren Maya no es el único afectado, ya que se han reportado fallas graves en otros tramos. En el Tramo 1, se reportó el pago indebido a la empresa de supervisión por 3.4 millones de pesos, mientras que en el Tramo 4 se detectó un gasto no autorizado de 10.4 millones de pesos.
En resumen, los pagos irregulares en la construcción del Tren Maya superan los 785 millones de pesos, lo que plantea serias preocupaciones sobre la gestión y supervisión de tan importante proyecto de infraestructura en México.