Redacción / Quintana Roo Ahora
CANCÚN.- El espíritu competitivo sigue vivo en Cancún, donde Carlos Sansores, el orgullo quintanarroense, fue recibido como un auténtico campeón tras su actuación en los Juegos Olímpicos de París 2024. A pesar de quedarse a un paso del podio, alcanzando un meritorio cuarto lugar en la categoría de +80 kilogramos, la recepción fue digna de un héroe local.
En el aeropuerto, amigos, familiares y seguidores esperaron con entusiasmo al taekwondoín, coreando su nombre y mostrando su orgullo por el guerrero que dejó todo en el tatami olímpico. Entre los presentes, se encontraba Erik Rojas Serrano, director de Promoción y Desarrollo del Deporte de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Codeq), quien no escatimó en elogios para Sansores. “Carlos es un ejemplo de dedicación y esfuerzo. Su desempeño nos llena de orgullo y deja en alto el nombre de Quintana Roo”, expresó Rojas Serrano, subrayando el impacto del atleta en la comunidad deportiva local.
A pesar de no haber conseguido la medalla de bronce, Sansores demostró su tenacidad al pelear hasta el final. Después de caer en cuartos de final ante el iraní Arian Salimi, la esperanza renació en el repechaje, donde derrotó al uzbeko Nikita Rafalovich, ganándose así la oportunidad de disputar el bronce contra el marfileño Cheick Salla Cisse, actual campeón mundial. Aunque la medalla se le escapó, el corazón de los aficionados quedó cautivado por su coraje.
Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de controversias. Horas antes de su llegada a Cancún, Ana Gabriela Guevara, directora de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), criticó duramente el desempeño de Sansores en una conferencia de prensa en la Ciudad de México. «Esperaba ver más garra en la competencia. Se invirtió mucho en su preparación, y venía de ser campeón del mundo. No vimos al campeón del mundo que esperábamos», comentó Guevara, generando reacciones encontradas en el ámbito deportivo.
Sansores, aún con la emoción a flor de piel, decidió no hacer declaraciones a su llegada. Sin embargo, la calurosa bienvenida que recibió en Cancún habla más que mil palabras. Para los suyos, Carlos Sansores es y siempre será un campeón.
