Redacción / Quintana Roo Ahora
Isla Mujeres.- En medio de la agitación y el miedo que trajo el huracán Milton a Isla Mujeres, una noticia cargada de esperanza llegó para recordarnos la resiliencia y fortaleza de esta comunidad: el nacimiento de un bebé en el hospital integral de la isla. Mientras los vientos y la lluvia arreciaban, la vida no se detuvo, y una nueva historia comenzó a escribirse en el rincón más humano de la tormenta.
La alcaldesa de Isla Mujeres, Atenea Gómez Ricalde, se apresuró a visitar el hospital para conocer al recién nacido y felicitar a su madre, una mujer que, al igual que su hijo, representa el coraje de enfrentar lo inesperado. El gesto de la alcaldesa no solo fue un acto simbólico, sino también un mensaje claro: incluso en los momentos más oscuros, la comunidad está unida.
Pero este pequeño milagro no habría sido posible sin el esfuerzo y la valentía del personal médico. La alcaldesa destacó el trabajo del equipo del hospital, haciendo una mención especial al director Tharin Vidal Cacique y a la doctora Tere Gómez, cuyo compromiso y profesionalismo fueron claves durante la contingencia. La emergencia no fue solo climática; fue también un reto para quienes están llamados a proteger la salud y el bienestar de los ciudadanos, y ellos respondieron con altura.
No solo el equipo médico fue reconocido. Gómez Ricalde también subrayó la coordinación y apoyo que brindó la gobernadora Mara Lezama, cuya gestión fue crucial en la preparación y respuesta ante el huracán. En un momento en que cada segundo contaba, la isla estuvo respaldada por un esfuerzo conjunto que se hizo sentir en cada rincón.
En una temporada de huracanes que suele traer consigo incertidumbre y peligro, el nacimiento de este bebé simboliza algo mucho más grande: la capacidad de Isla Mujeres para resistir, adaptarse y, sobre todo, avanzar. Es un recordatorio de que la vida sigue, aún en medio de la adversidad, y que el compromiso de las autoridades por garantizar la seguridad y el bienestar de los isleños permanece firme.
El huracán Milton pasó, pero dejó una lección clara: la isla no solo enfrenta las tormentas, también encuentra luz en ellas.