
Redacción / Quintana Roo Ahora
Cada 15 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que juegan las mujeres en las zonas rurales. En los estados de Quintana Roo y Yucatán, su trabajo es muchas veces invisible, pero esencial para la economía, la cultura y la preservación del medio ambiente.

En estas regiones, las mujeres rurales son pilares clave de la agricultura, la ganadería y la pesca. Según datos del INEGI, en Yucatán, el 46% de las mujeres rurales trabajan en actividades agrícolas, mientras que en Quintana Roo, el 38% se dedica a la producción de alimentos, artesanías y servicios locales. Estas mujeres, que suelen enfrentar limitaciones de acceso a la educación, recursos financieros y tecnológicos, son las responsables de garantizar la seguridad alimentaria de sus comunidades.
La realidad de las mujeres rurales
Pese a la importancia de su labor, las mujeres rurales de Yucatán y Quintana Roo enfrentan desafíos enormes. Según la FAO, a nivel global, las mujeres rurales tienen un 13% menos de acceso a la tierra que los hombres, una brecha que también se refleja en las estadísticas regionales. Además, el 60% de las mujeres rurales en México viven en condiciones de pobreza, una cifra que se mantiene alta en el sureste del país.



El acceso a servicios básicos también es un problema persistente. En muchas comunidades rurales de Quintana Roo y Yucatán, la falta de agua potable y electricidad limita las posibilidades de desarrollo de las mujeres, quienes deben invertir tiempo y esfuerzo en tareas domésticas y productivas bajo condiciones precarias.
Guardianas del medio ambiente y la cultura
Pero a pesar de estas barreras, las mujeres rurales son guardianas del medio ambiente y promotoras de prácticas sostenibles. En Yucatán, por ejemplo, las mujeres mayas han preservado durante generaciones el uso de técnicas agrícolas tradicionales, como el “milpa”, un sistema de cultivo que respeta los ciclos naturales de la tierra. También son custodias de la medicina tradicional y mantienen vivas las lenguas indígenas, vitales para la identidad cultural de la región.
Además, las mujeres rurales juegan un papel clave en la conservación de la biodiversidad. En Quintana Roo, muchas participan en proyectos de ecoturismo comunitario y en iniciativas para la conservación de selvas y manglares, ecosistemas fundamentales para el equilibrio climático.
Desafíos y oportunidades para el futuro
Es claro que las mujeres rurales en Yucatán y Quintana Roo necesitan más apoyo para superar las barreras de género, económicas y sociales que limitan su pleno desarrollo. Políticas públicas que promuevan el acceso a la educación, la salud y la propiedad de la tierra son esenciales para cerrar las brechas de desigualdad. Además, el fortalecimiento de programas que impulsen la participación de las mujeres en actividades productivas, como las cooperativas agrícolas o de artesanía, podría ayudar a mejorar su calidad de vida y la de sus comunidades.
Un camino hacia la equidad
El reconocimiento y la visibilización del trabajo de las mujeres rurales son pasos cruciales hacia la equidad. En un país donde el 15% de la población femenina vive en zonas rurales, es indispensable que las políticas públicas y los programas de desarrollo consideren sus necesidades y su potencial.
En esta fecha, el Día Internacional de las Mujeres Rurales, es necesario darles voz y brindarles los recursos necesarios para que puedan seguir siendo el motor que sostiene y nutre nuestras comunidades.