septiembre 29, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN.- La emblemática avenida José López Portillo sigue convertida en el escenario de una manifestación que deja ver las profundas desigualdades que atraviesan los asentamientos humanos irregulares en Cancún. Desde las 7:00 a.m., habitantes de diversas colonias bloquearon parcialmente esta importante vía, a la altura de la colonia Avante, exigiendo una solución inmediata para la reparación de los accesos a sus hogares, caminos que, según ellos, llevan meses en condiciones deplorables y que las lluvias recientes han transformado en auténticas trampas de lodo y baches.

Entre los manifestantes se encuentran familias enteras de colonias como Tres Reyes, Valle Verde, Generación 2000, y otras zonas marginadas. Estos vecinos, cansados de la indiferencia de las autoridades, decidieron alzar la voz de manera colectiva. La escena en el bloqueo es clara: carteles con frases como «No más abandono» y «Nuestros impuestos también valen» muestran la frustración acumulada ante la falta de atención.

La protesta ha generado severos contratiempos para el tráfico, afectando especialmente a transportistas de carga y pasaje, tanto foráneo como local. Sin embargo, más allá del caos vial, el mensaje es inequívoco: las condiciones de vida en estas colonias no pueden seguir deteriorándose. Lo que para algunos puede ser solo un bache, para estos vecinos significa la imposibilidad de salir de sus casas, de ir a trabajar o de recibir una ambulancia en caso de emergencia.

A pesar de la llegada de Pablo Gutiérrez Fernández, secretario del ayuntamiento, y Rodrigo Ramos Eusebio, director de gobierno municipal, la tensión se mantiene. Ambos funcionarios se trasladaron desde las primeras horas a la Casa Ejidal de Alfredo V. Bonfil, donde han pasado gran parte del día en reuniones con los líderes comunitarios. No obstante, hasta el momento no se ha logrado un acuerdo concreto que detenga el bloqueo.

La exigencia de los vecinos es simple y contundente: que se repare lo que se ha ignorado por demasiado tiempo. Las lluvias intensas solo han sido el detonante de una problemática que lleva meses gestándose. Mientras tanto, las familias permanecen firmes en la protesta, dispuestas a continuar hasta que se les dé una solución real, no solo promesas vacías.

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