Redacción / Quintana Roo Ahora
El escándalo que ha envuelto al Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” de Cancún no parece tener fin. Si hace poco fue la captura de cinco miembros del sindicato implicados en el brutal homicidio de un colaborador del gremio, hoy es una desaparición que sacude aún más la ya tensa situación: Lorenzo Lora, secretario de conflictos del sindicato, ha desaparecido misteriosamente.
El contexto no podría ser más alarmante. El sindicato ha vivido una crisis interna sin precedentes. La detención de varios de sus líderes por acusaciones de homicidio, la liberación de sus instalaciones tras ser aseguradas por las autoridades y las crecientes acusaciones de vínculos con el crimen organizado han mantenido a los miembros de esta organización en el ojo público y de las autoridades. Además, no es desconocido el creciente conflicto entre los taxistas y otros grupos de transporte, lo que eleva la violencia en torno al gremio.
La desaparición de Lora añade una nueva capa de misterio y preocupación. Según fuentes cercanas, Lorenzo llegó al sindicato para intentar calmar la situación tras la detención de sus compañeros, pero lo que parecía ser una intervención para contener los ánimos terminó siendo una fuga de él mismo. Su patrulla y pertenencias fueron encontradas en las instalaciones del sindicato, pero desde entonces, el secretario de conflictos ha desaparecido sin dejar rastro.
Las autoridades están en alerta, pero aún no hay claridad sobre si la desaparición de Lorenzo Lora es resultado de una privación de la libertad o si, por el contrario, decidió huir al verse involucrado en los trágicos hechos que siguen sacudiendo al sindicato. La incertidumbre reina en un gremio que, hasta ahora, ha sido incapaz de superar la crisis que lo ha llevado a la parálisis.
La pregunta es, ¿qué más sucederá en un sindicato que ha sido históricamente una pieza clave en el transporte de Cancún, pero que hoy parece desmoronarse bajo el peso de sus propios conflictos internos y las tensiones con grupos externos? La situación es cada vez más insostenible y la amenaza de que otros episodios violentos puedan ocurrir en cualquier momento está más latente que nunca.
