
Redacción / Quintana Roo Ahora
QUINTANA ROO.- En un acto de firmeza ante las crecientes denuncias de acoso sexual en el ámbito educativo, el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) ha tomado medidas enérgicas. El director general, Aníbal Montalvo Pérez, informó que tres trabajadores de la institución han sido separados de sus cargos tras ser señalados por presuntos casos de acoso hacia estudiantes. Los incidentes ocurrieron en dos planteles de Cancún y en uno más en Chetumal, donde están involucrados tanto personal docente como administrativo.
Las denuncias que llegaron a la dirección del Conalep fueron claras: los acusados mostraron conductas inapropiadas hacia varias alumnas, lo que motivó la inmediata separación de sus puestos. Montalvo Pérez destacó que la institución mantiene una política de cero tolerancia hacia cualquier tipo de acoso y aseguró que los responsables enfrentan una investigación administrativa para esclarecer los hechos. Sin embargo, el director se abstuvo de dar mayores detalles sobre el curso de este proceso interno.
Este es solo el más reciente capítulo de una problemática que afecta a diversas instituciones educativas en el estado. En Chetumal, ya se suman al menos diez casos de acoso sexual contra estudiantes, lo que ha encendido las alarmas sobre la seguridad y el bienestar de las jóvenes en las aulas. Por su parte, alumnas del CECyTE de Tulum también han levantado la voz, manifestándose en contra de los maestros acusados de acosarlas, y exigiendo una respuesta firme ante estos actos.
Además de las medidas internas tomadas por el Conalep, la Fiscalía General del Estado (FGE) ha iniciado las investigaciones pertinentes. El director Montalvo Pérez hizo un llamado a la comunidad estudiantil para que denuncien cualquier otro acto de acoso o abuso que puedan estar enfrentando, destacando la importancia de un entorno educativo libre de violencia y hostigamiento.
Aunque el camino hacia la erradicación del acoso sexual en las escuelas sigue siendo largo, las acciones emprendidas por el Conalep son un paso hacia la sensibilización y la creación de un espacio de confianza para las víctimas. En un estado como Quintana Roo, donde las barreras sociales y el miedo a la represalia han silenciado muchas denuncias, el reto radica en garantizar que las jóvenes se sientan respaldadas y seguras al denunciar estos actos.
Al final, lo que está en juego no es solo la integridad de las víctimas, sino también la capacidad de las instituciones educativas para ofrecer un entorno seguro donde las estudiantes puedan desarrollarse sin temor. La sociedad y las autoridades deben seguir combatiendo la cultura de la impunidad y poniendo en marcha políticas que protejan a las víctimas, pero también prevengan futuras agresiones.