Paso En Falso
La transparencia, dicen, es uno de los pilares de la confianza pública. Sin embargo, el reciente viaje de Alejandro Luna López, director del Instituto Municipal del Deporte de Benito Juárez, a Estambul ha desatado más preguntas que respuestas. El funcionario compartió en sus redes imágenes de su periplo, luciendo la camiseta de Cancún FC como si su presencia en Turquía fuera un acto de «branding» para la ciudad y su equipo. Sin embargo, las omisiones en torno al motivo y financiamiento de este viaje son tan visibles como el skyline de Estambul.
Un vuelo económico a Estambul ronda los 20 mil pesos, pero los detalles del viaje de Luna sugieren que la cifra se eleva considerablemente. Según él, la aerolínea le «regaló» un tour, lo que apunta a un trato VIP que podría incluir vuelos en clase premier, con un costo aproximado de 100 mil pesos ida y vuelta. Esto sin contar otros gastos inherentes a un viaje internacional de esta naturaleza. Y aquí es donde la historia empieza a tambalearse: según tabuladores del Ayuntamiento de Cancún, el salario mensual de un funcionario de su nivel no supera los 70 mil pesos. Las cuentas simplemente no cuadran.
El problema no es solo económico, sino ético. La opacidad con la que se maneja este tipo de viajes mina la credibilidad de quienes, en teoría, deberían dar ejemplo de integridad. ¿Es legítimo que un funcionario utilice su cargo para acceder a beneficios que claramente exceden su capacidad económica? Y si la aerolínea realmente «regaló» este tour, ¿qué compromisos adquirió el funcionario en nombre de Cancún? Estas preguntas no son caprichosas; responden al derecho ciudadano de saber cómo se manejan los recursos y las influencias públicas.
La imagen de Alejandro Luna López en Estambul no es la de un funcionario comprometido con el deporte local, sino la de una administración que sigue arrastrando el lastre de la desconfianza. Los habitantes de Cancún no necesitan funcionarios viajando por el mundo sin explicaciones, sino directivos que trabajen en resolver los problemas deportivos de la ciudad, desde la falta de espacios adecuados hasta el apoyo a los atletas locales. Transparencia, rendición de cuentas y compromiso real: eso es lo que Cancún merece.
