febrero 7, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

En Quintana Roo, la “Ley Chaleco” sigue su accidentado trayecto hacia la implementación, como si estuviera atascada en el tráfico de una avenida a la hora pico. Aunque las dependencias aseguran estar listas para su puesta en marcha, la realidad es que el reglamento sigue en construcción, las licitaciones para los chalecos aún no arrancan, y la fecha de inicio parece más lejana que un motociclista respetando el límite de velocidad.

Cristina Torres Gómez, secretaria de Gobierno, anunció que “se está avanzando” en este tema, aunque su declaración recuerda más a un GPS sin señal: sí, avanzamos, pero nadie sabe hacia dónde ni cuándo llegaremos. Por su parte, el director de Tránsito, Efraín García Chávez, aseguró que su equipo ya está capacitado para vigilar el cumplimiento de esta ley. Todo listo, excepto por un pequeño detalle: ¡la ley no puede aplicarse!

El artículo 218 Bis de la Ley de Movilidad fue reformado en julio, pero rápidamente quedó en pausa tras las objeciones de los clubes de motociclistas, quienes tomaron las calles para manifestarse. Y aunque se han logrado acuerdos con algunos grupos del norte del estado, en el sur persisten las resistencias, demostrando que, si algo viaja más lento que la implementación de esta ley, son los consensos en Quintana Roo.

Por si fuera poco, después de publicar el reglamento, se necesita realizar la licitación para los chalecos, lo que, según estimaciones optimistas, podría tardar otro mes y medio. Es decir, los chalecos aún están tan ausentes como las señales claras sobre el futuro de esta disposición.

Mientras tanto, los motociclistas y las autoridades siguen en una especie de partida de ajedrez interminable. Lo único seguro es que, en este tablero, el verdadero ganador es el tiempo: nadie avanza, pero todos pierden.

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