septiembre 28, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

COREA DEL SUR.- La seguridad aérea en Corea del Sur se encuentra en el ojo del huracán luego de que otro avión de Jeju Air reportara una falla técnica en pleno vuelo. Este lunes, el vuelo 7C101, que despegó del Aeropuerto Internacional de Gimpo en Seúl hacia la isla de Jeju, tuvo que regresar de emergencia tras detectar un problema en el tren de aterrizaje, el mismo tipo de falla que derivó en el trágico accidente del 29 de diciembre, donde perdieron la vida 179 personas.

El incidente ocurrió apenas minutos después del despegue, a las 6:37 de la mañana. Según fuentes aeroportuarias, la tripulación decidió interrumpir el trayecto y aterrizar de regreso en Gimpo a las 7:25. Aunque no hubo heridos ni pérdidas materiales significativas, la situación ha encendido alarmas sobre las condiciones operativas de la aerolínea.

La sombra del accidente en Muan

El contexto no podría ser más preocupante. Apenas un día antes, la falla de un tren de aterrizaje en un avión de la misma aerolínea provocó una tragedia en Muan, dejando una estela de dolor y dudas sobre la capacidad de Jeju Air para garantizar la seguridad de sus vuelos. El nuevo incidente, aunque sin consecuencias mortales, refleja patrones inquietantes que exigen respuestas inmediatas.

Expertos han señalado que las aerolíneas de bajo costo, como Jeju Air, enfrentan presiones por mantener tarifas competitivas, lo que podría comprometer las inspecciones y el mantenimiento de las aeronaves. Sin embargo, este argumento no exime a la empresa de su responsabilidad de proteger la vida de sus pasajeros.

Pasajeros deciden no continuar el viaje

Tras el aterrizaje forzoso, 21 pasajeros optaron por no embarcar en el vuelo alternativo ofrecido por la aerolínea, mostrando su desconfianza y temor ante las condiciones de los aviones. Esta cifra, aunque pequeña, podría ser un indicativo de la percepción pública sobre Jeju Air, que enfrenta un escrutinio cada vez mayor.

¿Qué dice Jeju Air?

En un comunicado emitido horas después, la aerolínea aseguró haber actuado con rapidez para informar a los 161 pasajeros a bordo sobre el problema técnico y realizar un retorno controlado. Además, afirmó que el avión fue sometido a inspecciones inmediatas para identificar el origen del defecto y prevenir nuevos incidentes.

No obstante, las palabras no bastan. La línea aérea surcoreana deberá enfrentar una investigación exhaustiva no solo para esclarecer estos incidentes, sino también para demostrar que la seguridad de sus operaciones no está en juego.

Mientras tanto, las familias de las 179 víctimas del accidente en Muan y los pasajeros de este último incidente permanecen a la espera de respuestas. En un país donde la aviación es clave para conectar ciudades y regiones, la confianza en las aerolíneas no puede ser una cuestión negociable.

El caso Jeju Air no solo pone bajo la lupa a una aerolínea en particular, sino que plantea una pregunta más amplia: ¿qué tan seguras son las políticas de mantenimiento en la industria de bajo costo? La respuesta, por ahora, sigue en el aire.

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