
Redacción / Quintana Roo Ahora
Chetumal.- La alarmante crisis de desapariciones en Quintana Roo vuelve a cobrar relevancia, esta vez en el municipio de Othón P. Blanco, con la desaparición de Jaime Alvarado Román, un taxista de 30 años. El joven operador desapareció de manera misteriosa tras trasladar a un pasajero hacia la ribera del río Hondo.
La denuncia fue presentada por sus familiares el jueves 23 de enero, tres días después de que fuera visto por última vez. La Fiscalía General del Estado (FGE) emitió una ficha de búsqueda e inició investigaciones, pero hasta ahora no se han logrado avances significativos.

El temor a los «levantones»
La desaparición de Alvarado Román ha encendido las alarmas entre la ciudadanía, ya que se suma a una serie de casos similares registrados en los últimos meses. La ribera del río Hondo, último lugar donde se le vio, es conocida por ser una zona peligrosa, marcada por la presencia de grupos delictivos dedicados al secuestro y la extorsión.
Sus familiares temen que Jaime haya sido víctima de un «levantón», término utilizado para describir el secuestro de personas con fines de extorsión o ajustes de cuentas, un modus operandi que ha sembrado miedo en el estado.
Autoridades investigan, pero la inseguridad persiste
La FGE asegura estar trabajando arduamente en la búsqueda de Jaime Alvarado, pero la falta de resultados ha provocado descontento y preocupación en la población. La ciudadanía exige acciones contundentes y estrategias claras para combatir la creciente inseguridad que afecta a la región.
El caso de Jaime es un recordatorio inquietante de la grave crisis de seguridad que enfrenta Quintana Roo, donde los delitos de alto impacto han aumentado de forma alarmante. La desaparición de un trabajador del transporte público no solo conmociona, sino que también refleja la vulnerabilidad de los sectores más expuestos a la violencia cotidiana en el estado.