febrero 7, 2025

Paso En Falso

El Instituto de Movilidad del Estado de Quintana Roo (Imoveqroo) finalmente estableció los requisitos para las plataformas de transporte en la entidad. Mueve-T, InDrive y DiDi ya tienen un marco regulatorio que cumplir, pero, curiosamente, Uber no está en la ecuación. Este hecho no es menor, considerando que la mayoría de las agresiones de taxistas han sido dirigidas precisamente contra los conductores de esta plataforma. Entonces, la pregunta es obvia: ¿Por qué dejaron fuera a Uber? ¿Acaso no entienden que sería caldo de cultivo para un nuevo conflicto?

El histrionismo de los sindicatos taxistas ya ha mostrado sus efectos en Quintana Roo: bloqueos, violencia y hasta amenazas contra quienes consideran una competencia injusta. Pero la «calma» de las últimas semanas no es necesariamente una señal de tregua; bien dicen que la calma antecede a la tormenta. Ahora que el gobierno pone orden con las plataformas «más visibles», podría interpretarse como un espaldarazo a los taxistas, quienes podrían ver esto como una confirmación de su supuesto monopolio sobre el transporte.

Sin embargo, si algo ha demostrado el mercado es que los usuarios buscan un mejor servicio, no una imposición. No importa cuántos candados imponga Imoveqroo, mientras los taxis sigan ofreciendo un servicio deficiente, con tarifas ambiguas y actitudes prepotentes, la gente seguirá buscando opciones. Y si Uber, a pesar de no estar contemplado en esta regulación, sigue operando, ¿asistiremos a otra ola de ataques?

El problema no es regular a las plataformas, sino que los taxistas entiendan que la competencia es inevitable. Regulación sin vigilancia efectiva sólo deja las cosas a medias. Si las autoridades no garantizan seguridad para los conductores de plataformas, lo establecido por IMOVEQROO será solo un placebo en un conflicto que está lejos de terminar.

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