septiembre 28, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Chetumal.- La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, encabezada por Raciel López, se encuentra en el ojo del huracán tras ser señalada por corrupción, fabricación de pruebas y abuso de autoridad en el caso del asesinato del enfermero Ramiro.

Según denuncias ciudadanas, el órgano ministerial habría construido un caso falso en contra de un habitante del poblado de Nicolás Bravo, identificado como Clemente, a quien acusan de ser el autor material del crimen. La versión oficial de la Fiscalía asegura que Clemente golpeó al enfermero hasta matarlo, le dio el «tiro de gracia», quemó el vehículo y retiró las placas. Sin embargo, los familiares del acusado afirman que Clemente estaba en su casa el día de los hechos y que no existen pruebas reales que lo vinculen al homicidio.

El caso se agravó cuando elementos de la Fiscalía, sin orden de cateo y acompañados por la Guardia Nacional, irrumpieron en la vivienda de Clemente, presuntamente sembrando un arma y placas del vehículo de la víctima. Testigos afirman que dichos «hallazgos» fueron presenciados únicamente por dos ministeriales, quienes también estarían implicados en la fabricación de evidencias.

Además, se filtró una captura de pantalla de un estado de WhatsApp donde el enfermero aparece cambiando la llanta del vehículo, desmintiendo así otra versión de la Fiscalía, que afirmaba que Clemente fue llamado para asistirlo. Esta contradicción ha desatado una oleada de indignación en redes sociales y entre la población local.

El caso ha despertado una fuerte movilización social, y se prepara un mega plantón en exigencia del despido inmediato de los elementos ministeriales implicados y la renuncia del fiscal Raciel López. La ciudadanía de Nicolás Bravo ha guardado silencio durante años por miedo a represalias, pero este nuevo escándalo parece haber colmado la paciencia colectiva.

La indignación se agrava con el recuerdo de un operativo realizado el pasado 21 de enero contra un narcolaboratorio, el cual —según habitantes— llevaba más de ocho años operando a escasos 100 metros de la misma fiscalía. “¿Cómo es posible que no lo vieran?”, cuestionan.

Los abogados defensores de Clemente sostienen que pronto se demostrará su inocencia, lo que podría provocar un nuevo derrumbe en la ya cuestionada credibilidad de la Fiscalía de Quintana Roo. De confirmarse la fabricación del caso, se pedirá no solo la renuncia de Raciel López, sino también su enjuiciamiento.

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