septiembre 29, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN.- En Cancún, donde el mar presume sus tonos turquesa y los resorts venden postales de ensueño, hay algo que no siempre se ve: la falta de acceso real para quienes viven con alguna discapacidad. Pero algo está empezando a cambiar. La Asociación Femenil de Ejecutivas de Empresas Turísticas de Quintana Roo (AFEET) ha emprendido una tarea que podría marcar un antes y un después en la forma en que se entiende el turismo en la región: mapear las condiciones de accesibilidad de hoteles, transportes y operadores turísticos, con miras a lanzar un catálogo de al menos 50 empresas verdaderamente inclusivas.

No se trata de buena voluntad ni de una estrategia de marketing, sino de justicia social y derecho a la ciudad. “Queremos impulsar un turismo más inclusivo. A veces encontramos barreras hasta para que nos dejen entrar a evaluar los espacios. Pero cuando tengamos un documento oficial, las puertas se abrirán y se sumarán más empresas”, confía Maricarmen Mendoza, vicepresidenta de AFEET.

Y es que, si algo revela este proyecto, es que hablar de inclusión turística no basta. Hay que aterrizarlo. ¿Un hotel con elevador es accesible para todos? ¿Y si no tiene rampas hacia la piscina? ¿Y si no hay señalética en braille o personal capacitado en lengua de señas? La realidad es compleja, y por eso este mapeo no se queda en generalidades: cada proveedor será evaluado por tipo de discapacidad que puede atender.

No basta decir “accesible”, hay que demostrarlo

Con un avance del 30% en el levantamiento de información en Cancún, AFEET planea lanzar el catálogo en diciembre de este año. Las empresas que se sumen no solo aparecerán listadas: serán visibilizadas como pioneras de un modelo turístico que, aunque parezca increíble, aún no es norma sino excepción.

“Hoy todo se hace por voluntad del empresario. No hay una regulación que lo exija. Por eso queremos que esta sea apenas la primera etapa, y que la segunda nos lleve a incidir en la legislación”, explicó Mendoza. Porque sí, en 2025, todavía hay quien ve la accesibilidad como una opción, no como un derecho.

Accesibilidad real, no simulada

El proyecto ya ha encontrado ejemplos esperanzadores: desde elevadores con código braille y menús accesibles, hasta sillas anfibias que permiten a personas con movilidad reducida disfrutar del mar. Incluso hay embarcaciones de pesca adaptadas para quienes usan silla de ruedas. No son mayoría, pero existen. Y merecen ser reconocidas, no como un favor, sino como ejemplo de lo que debería ser norma.

AFEET espera que este catálogo sea replicado en otros destinos de Quintana Roo una vez consolidado en Cancún. Porque la inclusión, como el turismo, debe moverse. Y porque en una ciudad que recibe millones de visitantes al año, no puede haber excusas para seguir ignorando a quienes también tienen derecho a vacacionar con dignidad.

Así que, mientras la industria se vende como paraíso de hospitalidad, este esfuerzo nos recuerda algo esencial: la verdadera calidez turística empieza con puertas abiertas para todas y todos, sin importar las condiciones de su cuerpo, su edad o su movilidad.

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