septiembre 29, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

CDMX.- Una fiesta clandestina que reunía a más de 800 menores de edad fue desmantelada este viernes por autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc, tras múltiples denuncias vecinales. El evento, que se realizaba sin permisos en el salón Unión y Concordia, ubicado en la calle Magnolia 174 de la colonia Guerrero, superaba con creces la capacidad del recinto y puso en riesgo la integridad de los asistentes, varios de los cuales fueron encontrados en estado de intoxicación.

Durante el operativo, encabezado por la Dirección General de Gobierno, la Dirección de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, y apoyado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), fue detenido Antonio “N”, de 51 años de edad, señalado como el presunto responsable de la organización del evento. Las autoridades confirmaron que el recinto, diseñado para albergar hasta 450 personas, estaba ocupado por casi el doble de su capacidad.

La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, informó que al menos cinco adolescentes fueron hallados inconscientes en la vía pública y atendidos por paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM). “Hace unos momentos evitamos una tragedia. Gracias a las denuncias de vecinos, se activó una respuesta inmediata que permitió desalojar a los menores y brindar atención médica a quienes ya presentaban signos graves de intoxicación”, declaró.

Durante la revisión del lugar, las autoridades encontraron condiciones altamente riesgosas: ataúdes usados como hieleras, ausencia de salidas de emergencia, y un manejo negligente del aforo. Las imágenes difundidas por redes sociales muestran la magnitud del hacinamiento y las condiciones insalubres del sitio.

La alcaldía Cuauhtémoc reiteró su postura de “cero tolerancia” hacia los eventos clandestinos que comprometan la seguridad de los jóvenes. “Se intensificarán los operativos de verificación en salones de eventos y continuarán los dispositivos ‘anti chelerías’ para evitar situaciones similares”, advirtió la administración local en un comunicado.

Este incidente ocurre en un momento de especial atención pública hacia la seguridad juvenil, tras recientes tragedias en eventos masivos como el Festival Acamoto en Acapulco. El caso de la colonia Guerrero podría abrir un nuevo capítulo en el debate sobre la responsabilidad compartida entre autoridades, organizadores y familias para proteger a menores de edad en contextos recreativos peligrosos.

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