Hace un par de días, hubo un intento fallido de cabildear favorablemente para la venta de unos predios que tiene el Ayuntamiento de Benito Juárez en la zona hotelera de Cancún. Regidoras de Morena, principalmente, fueron las que dieron la nota al rebelarse y mostrarse en contra del proyecto. Hay que explicar que “vender” un bien inmueble de un ayuntamiento no es un tema sencillo. Hay que apuntar que esto muestra un grado de descoordinación bastante agudo, no porque eventualmente no lo puedan hacer jurídicamente, sino porque, políticamente, es inviable, y menos para la 4T.
Debo mencionar que esta 4T versión Quintana Roo es bastante… diferente, digámoslo eufemísticamente. Gobernar Benito Juárez es una tarea compleja, no solamente por los retos que la ciudad impone, sino por la dinámica política que se tiene en la relación con los gobernadores en turno.
Lo anterior es porque resulta sumamente sospechoso, y hasta increíble, que la presidenta municipal Ana Paty Peralta haya querido subir al orden del día un tema tan controversial sin el consenso de la gobernadora, algo que ni en los peores gobiernos de Cancún se atrevieron a hacer. Bueno, el de Remberto Estrada lo intentó, pero se encontró con una férrea oposición al tema. Nada nuevo.
Aun en los casos de los “parques vendidos” por Francisco Alor Quezada (QEPD), que fueron revertidos por sentencia judicial… ¿o sí se la aventó sola?
Insisto: la inexperiencia, la avaricia y hasta la insensatez. ¿Cuál fue el motivo para esta intentona? Que, de no ser por el periodismo serio de Quintana Roo, no se sabría.
La pregunta es: ¿Quién?
La lógica diría que fue la presidenta municipal, o algún regidor. El secretario general del Ayuntamiento no se manda solo.
De esto hay que anotar varias cosas. En las últimas semanas ha habido un golpeteo en contra de Ana Paty Peralta. Las plumas cercanas al gobierno del estado la bajaron de “liderear en las encuestas”. Resulta muy improbable que algún otro personaje fuera más conocido. Es decir, después de la gobernadora, el o la presidenta municipal de Cancún es la persona más conocida en el estado, políticamente hablando, por una razón sencilla: Cancún tiene una enorme exposición pública, y por ende, sus gobernantes. En eso versan las encuestas… si es que realmente existieran.
Volvemos al tema. En un entorno adverso, resulta increíble que la presidenta municipal haya enviado la propuesta al Cabildo, máxime que el beneficiario de la venta sería nada más y nada menos que Ricardo Salinas Pliego, el empresario que más ataca a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la 4T.
O sea, el mundo de cabeza. Dicho esto, queda preguntar: ¿Quién se atrevió a tanto?
Una cosa así es una mácula que será exhibida por propios y extraños en detrimento de futuras candidaturas, sobre todo porque hoy día es muy difícil ocultar un tema de esta naturaleza. Porque han dicho hasta el cansancio que no son Verdes. Los Verdes, sin mayor recato, lo podrían hacer y poder echarle la culpa al villano favorito Jorge Emilio. Pero, siendo Morena, no se puede, no se debe, o habrá que recordarle los postulados máximos de este partido:
No robar,
No mentir,
y No traicionar al pueblo.
