Redacción / Quintana Roo Ahora
ESTADOS UNIDOS.- Naasón Joaquín García, líder de la iglesia evangélica La Luz del Mundo, con sede en Guadalajara y con alrededor de cinco millones de seguidores en todo el mundo, fue acusado este miércoles en Estados Unidos de nuevos cargos federales relacionados con tráfico sexual, pornografía infantil y destrucción de pruebas.
El autodenominado “apóstol” de 56 años se encuentra actualmente bajo custodia en California, donde en 2022 fue sentenciado a 16 años y ocho meses de prisión tras declararse culpable de abusar sexualmente de tres niñas. Sin embargo, la fiscalía federal de Manhattan reveló una acusación adicional que podría derivar en una pena de cadena perpetua.
De acuerdo con los fiscales, Joaquín García habría traficado durante décadas con mujeres y niñas, aprovechándose de su posición como líder religioso. “Explotaron la fe de sus seguidores para aprovecharse de ellos”, declaró el fiscal federal Jay Clayton, al señalar también a cinco presuntos cómplices, entre ellos la madre del líder religioso.
La defensa del acusado rechazó los señalamientos. “Rechazamos el retrato grotesco que ha pintado el Gobierno”, expresó en un comunicado Alan Jackson, abogado de Joaquín García. La iglesia La Luz del Mundo no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
La organización religiosa fue fundada en 1926 por Eusebio Joaquín González, abuelo del actual líder, y posteriormente dirigida por su padre, Samuel Joaquín Flores. Según la acusación, los tres utilizaron su autoridad espiritual para manipular a mujeres y niñas, a quienes les aseguraban que recibirían una “bendición especial” si mantenían relaciones sexuales con ellos.
Los fiscales sostienen que Naasón Joaquín construyó un sistema de control absoluto dentro de la congregación, inculcando desde la infancia a sus seguidores la idea de que cuestionarlo significaba condenarse eternamente. Además, desalentaba cualquier contacto con las autoridades para impedir denuncias sobre los abusos.
Con estos nuevos cargos, el futuro del líder religioso podría cambiar de forma definitiva: de cumplir poco más de una década de cárcel, a enfrentar una posible cadena perpetua en prisión federal.
