
Puerto Morelos.— Abraham Masegosa Raña, secretario particular de la presidenta municipal Blanca Merari Tziu Muñoz, se ha convertido en una figura de poder que trasciende su cargo oficial, al punto de manejar al municipio con un nivel de influencia y riqueza difícilmente justificable por su salario.
Investigaciones periodísticas y testimonios de fuentes anónimas señalan que detrás de Masegosa Raña se encuentra un vínculo directo con el narcotráfico, a través de su esposa Odeimy Marisol Quintero Maceda, originaria de Sinaloa y familiar del capo Rafael Caro Quintero. Odeimy es hija de Manuel Quintero Payán, sobrina de Hermelinda Quintero Payán —madre de Caro Quintero— y prima de Lamberto Quintero Payán, figura histórica del narcotráfico sinaloense.
El poder de Masegosa no se limita al ámbito político: desde una oficina sin placas en el Palacio Municipal, despacha con autonomía y prepara ya cuadros políticos para obtener la candidatura del Partido Verde Ecologista de México a la presidencia municipal, según fuentes internas del mismo partido que señalan presuntas operaciones de compra de influencia con apoyo de grupos criminales.
Su riqueza es notable y aparentemente desproporcionada. Se le atribuyen dos residencias compradas en efectivo —una en el fraccionamiento Bahía Dorada de Cancún y otra en Mérida, Yucatán— así como una flotilla de vehículos de lujo que incluye Jeep Rubicon, Suburban blindada, Mercedes y Ford Bronco, además de caballos pura sangre ligados a su círculo familiar.
Fuentes anónimas advierten sobre un ecosistema de corrupción silencioso que operaría mediante adjudicación de al menos 45 contratos a empresas vinculadas con Masegosa y su entorno, con comisiones que oscilan entre el 15 y el 25% pagadas en efectivo en su domicilio. El dinero, según denuncias, sería lavado mediante transferencias irregulares, inversiones en bienes y pagos en efectivo, lo que ha escapado hasta ahora del escrutinio de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Diversos comerciantes, prestadores de servicios y regidores han denunciado amenazas y extorsiones por parte de funcionarios subordinados a Masegosa. Mientras tanto, Puerto Morelos enfrenta carencias en infraestructura, transparencia y seguridad, lo que convierte al ascenso de un funcionario no electo pero con control absoluto en una señal de alerta sobre el poder paralelo del crimen organizado.
La historia de Abraham Masegosa Raña y su círculo familiar evidencia cómo los lazos con grupos criminales y la acumulación de riqueza silenciosa pueden convertir a un burócrata en el verdadero poder detrás del trono municipal, operando sin rendir cuentas ante la ley ni la ciudadanía.