octubre 27, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Cancún.- A un año de haber escapado de la cárcel en circunstancias que siguen sin ser aclaradas, Gilberto Guzmán de Dios —mototaxista y padrastro del pequeño al que abusó sexualmente y asesinó a golpes— continúa prófugo de la justicia sin que hasta ahora exista rastro alguno de su paradero.

Guzmán de Dios fue detenido por la agresión sexual y homicidio de su hijastro de dos años de edad, quien ingresó el 9 de octubre de 2024 en estado crítico al Hospital General “Jesús Kumate” de Cancún, donde pese a los esfuerzos médicos perdió la vida. Durante la investigación también se reveló que el hermano mayor de la víctima, de seis años, había sufrido abuso y violencia física sin que la madre interviniera.

La detención del agresor duró poco. El 19 de octubre de 2024 escapó del penal de Cancún presuntamente saltando una barda hacia la avenida José López Portillo. La fuga detonó un escándalo institucional: el entonces director del centro penitenciario, Armando López Rosas, y el comandante operativo, Sergio Javier Alcalá Encinas, fueron separados de sus cargos.

Fue hasta el 24 de octubre de ese año que las autoridades emitieron una ficha de búsqueda y ofrecieron una recompensa de 300 mil pesos por información que permitiera capturarlo. Guzmán de Dios, originario de Teziutlán, Puebla, habría huido inicialmente al domicilio de su madre, quien lo entregó a la policía en su primera detención, antes de que se fugara del penal.

Un año después de su evasión, y pese a la gravedad del crimen y al compromiso público de abatir la impunidad en casos de violencia infantil, no existe información oficial que indique avances en su localización. El caso, ocurrido en el fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, permanece marcado por dos heridas abiertas: la del asesinato de un niño y la de un sistema penitenciario incapaz de retener a su agresor.

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