octubre 1, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Playa del Carmen, Q. Roo.— La muerte de Pablo, un pescador de la colonia Luis Donaldo Colosio, comienza a perfilarse como un caso de encubrimiento dentro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Testimonios y videos difundidos en redes sociales apuntan a que fue asesinado para borrar evidencias guardadas en su teléfono, que presuntamente comprometían a un agente identificado como Rubicel Ventura, relacionado con la muerte de una menor.

De acuerdo con una testigo ocular, Pablo fue sometido en la playa por varios oficiales, esposado sin motivo y brutalmente golpeado el domingo 21 de septiembre. El pescador, desesperado, exigía a gritos que le devolvieran su celular:

“Rubicel Ventura, tú tienes una carpeta abierta, y acuérdate que la podemos reabrir, devuélveme mi celular”,
relató la mujer en un video, subrayando que Pablo nunca estuvo borracho, drogado ni desnudo, como lo sostuvo la versión oficial.

La versión policial aseguró que Pablo alteraba el orden público bajo efectos de drogas y alcohol, lo que justificó su detención. Sin embargo, el video muestra otra realidad: oficiales lo golpearon, lo sometieron en una lancha y lo ahogaron hasta dejarlo semiinconsciente antes de trasladarlo bajo custodia.

Tres días después, la SSC difundió un comunicado en el que afirmó que la causa de muerte fue “asfixia por broncoaspiración” y que la necropsia reveló positivo a cocaína y metanfetamina. La Fiscalía, en sintonía, señaló que el alto grado de intoxicación y el consumo de alimentos fueron determinantes, incluso con un tono que familiares calificaron de burlesco al referirse a que Pablo deambulaba “desnudo y drogado”.

Lo que la versión oficial omite es la existencia del celular con pruebas que presuntamente ligaban a Rubicel Ventura con el homicidio de una menor en Playa del Carmen, evidencia que habría convertido al pescador en un objetivo incómodo para los agentes.

“Lo único que buscaba era recuperar su celular, porque ahí estaba la verdad”, afirmó la testigo, trabajadora del sector salud privado, quien fue impedida por los policías de acercarse al hombre.

Hoy, familiares y vecinos exigen justicia y denuncian que Pablo ya estaba en la “lista negra” de los oficiales, un señalamiento que abre un nuevo capítulo de dudas sobre la actuación de la SSC y el posible encubrimiento de uno de sus propios elementos.

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