noviembre 21, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

México.- La noche de este jueves, el brillo de la corona más codiciada del mundo del espectáculo se posó sobre la cabeza de una mexicana: Fátima Bosch, la tabasqueña que se convirtió en Miss Universo 2025 y que, desde este instante, no solo porta el título de la “mujer más hermosa del mundo”, sino también la responsabilidad —y los privilegios— de un reinado que pocos imaginan en su verdadera magnitud.

Victoria Kjaer, hasta hoy Miss Universo, entregó la corona durante la final celebrada en Tailandia, un escenario que vibró con el triunfo de Bosch, quien no solo se alza con el reconocimiento global, sino con un paquete de beneficios que harían suspirar a cualquiera. Y es que ser Miss Universo es, literalmente, cambiar de vida de la noche a la mañana.

Para empezar, Fátima Bosch hará maletas rumbo a Nueva York, donde la organización le ofrece un lujoso departamento en pleno corazón de la ciudad. No tendrá que preocuparse por lo cotidiano: alimentos, limpieza, traslados, imagen… todo corre por cuenta del certamen. Porque ser Miss Universo significa dedicarse por un año completo a representar a la marca y al mundo, y eso incluye ser tratada como una embajadora de primera clase.

Pero el glamour también sabe de números —y muy altos—. La mexicana recibirá 250 mil dólares como premio principal, unos 5 millones de pesos, solo por coronarse. A eso se suma un salario mensual de 50 mil dólares, que durante doce meses suman otros 12 millones de pesos. En total, un reinado más que rentable, que le permitirá dedicarse plenamente a su agenda internacional.

Además de los ingresos, Fátima gozará de un equipo de ensueño: maquillistas profesionales, estilistas, asesores de imagen y bienestar, todo para garantizar que cada aparición pública sea impecable. Y por si fuera poco, también tendrá acceso a patrocinios, viajes y vuelos gratuitos, especialmente cuando represente al certamen en eventos nacionales e internacionales.

El triunfo de Bosch no solo marca un momento histórico para México en los escenarios globales, sino que también la coloca en el escaparate mediático mundial. Ahora, con la corona bien puesta, inicia un reinado que promete brillo, glamour, agenda internacional… y sí, también muchos ceros en su cuenta bancaria.

Una mexicana más que demuestra que la belleza —acompañada de disciplina, presencia y determinación— puede abrir puertas a un mundo donde el lujo es parte del día a día. Fátima Bosch, Miss Universo 2025: el mundo te mira.

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